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Reportaje:SANIDAD

La hepatitis B remite con la administración de interferón

La administración de interferón a enfermos crónicos de hepatitis tipo B durante un período de seis meses arroja resultados muy positivos en una investigación clínica realizada por primera vez en España por un grupo de 12 personas que dirige el médico Vicente Carreño, con la supervisión del jefe del departamento de gastroenterología, Hernández Guio, de la Fundación Jiménez Díaz. Los resultados de esta investigación clínica serán hechos públicos hoy con motivo de la conmemoración del 50º aniversario del Instituto de Investigaciones Clínicas y Médicas, precursor de la actual fundación.

Carreño ha llevado a cabo durante los dos últimos años esta investigación clínica, apoyada en una alta tecnología, mediante la cual se aíslan los tres antígenos del virus B, indicadores de la infección en el hombre.El equipo de la Fundación Jiménez Díaz se ha basado en las investigaciones desarrolladas con interferón para la inactivación del virus B por Howard C. Thomas y Sheila Sherlock, del Royal Free Hospital de Londres, con los que Carreño estuvo trabajando en 19821983.

Sin embargo, el equipo español ha seguido unos planteamientos originales en la administración de interferón a enfermos de hepatitis tipo B. Mientras que los doctores británicos aplicaron un tratamiento con interferón por espacio, de tres meses -con dosis, al parecer, poco adecuadas-, el equipo de la Fundación Jiménez Díaz, con autorización del Ministerio de Sanidad, prolongó el tratamiento hasta los seis meses de duración.

Los resultados obtenidos, transcurrido medio año desde la terminación de la administración de interferón, son altamente esperanzadores. Más de dos tercios de los enfermos sometidos a tratamiento han superado la fase activa del virus.

"A los tres meses de aplicar interferón a los enfermos tratados con una dosis quincenal, la fase activa de la enfermedad remite en el 17% de los casos", explica Carreño.

Al finalizar el tratamiento, a los seis meses, este porcentaje aumenta hasta el 33%, mientras que a los nueve meses del comienzo del mismo alcanza el 42%.

El interferón es una sustancia que se obtiene de las células humanas. En esta experiencia clínica se ha utilizado, administrado por vía intramuscular, el interferón alfa recombinante (se caracteriza por haber sido extraído de un determinado tipo de células). Es decir, el producido en estado más puro al aplicar interferón a una bacteria. Su uso en este caso se ha autorizado, además, por la International Society for Interferon Research (ISIR) y facilitado al equipo español por las multinacionales Boeringer-Inghelheim y la Fundación Hoffman-La Roche, que financian experiencias parecidas en centros de Suráfrica y Hong Kong. Ambas firmas facilitan el interferón gratuitamente y financian parte de los gastos de laboratorio del equipo.Se calcula que el tratamiento administrado en Madrid ha tenido un coste aproximado por enfermo de 750.000 pesetas.

Resultados provisionales

Carreño, que presentará hoy los resultados obtenidos por su equipo, durante los actos conmemorativos del 502 aniversario de la Fundación Jiménez Díaz, se muestra cauto a la hora de evaluar la experiencia. "Son resultados provisionales, ya que a partir de ahora entramos en la fase de confirmación del tratamiento. Pero, a primera vista, los resultados son positivos. Hay que tener en cuenta que el tratamiento llevado a cabo en el Royal Free Hospital hizo efecto sólo en un 36% de los enfermos a los que se administró interferón. Nosotros", explica, "alargamos el tratamiento a seis meses y combinamos dos tipos de dosis de interferón".El uso de esta sustancia en enfermos de hepatitis vírica ha producido efectos secundarios transitorios, como el síndrome gripal durante algunas horas después de la inyección de interferón, la pérdida parcial de pelo en el 83% de los enfermos, así como una disminución del 10% del peso corporal en el 58% de las personas tratadas; una minoría desarrolló provisionalmente anticuerpos frente al interferón.

"Todos ellos están bien ahora", puntualiza Carreño, quien comenta, por otra parte, la gran influencia de esta enfermedad entre la población española, "ya que entre el 1,5%. y el 2% sufre la hepatitis vírica".

Infección incurable

Estos porcentajes son de los más altos de Europa, donde la influencia de la enfermedad se sitúa en el 0,05% en el Reino Unido y el 0,5% en la República Federal de Alemania, mientras que en Italia alcanza al 5% de la población. Se trata de una infección contagiosa prácticamente incurable hasta ahora, ya que los tratamientos tópicos con antivirales, como el arabinósido de adenina (ARA-A), el uso de una variante del anterior (el ARA-NO) y otros "no son realmente eficaces.".De hecho, el 5% de los enfermos de virus B o partícula de Dane se cura espontáneamente (según las estadísticas), el 10% entra en la fase crónica de la enfermedad, mientras que el resto se mantiene en la fase activa de la misma, afirma Carreño.

La hepatitis B se transmite por vía parenteral (inoculaciones, transfusiones de sangre, vía sexual, etcétera). Se manifiesta con los mismos síntomas que la hepatitis epidémica, pero su período de incubación es más largo. La cirrosis y muy raramente el hepatoma o cáncer de hígado pueden aparecer en el paciente ante una evolución negativa de la enfermedad.

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