Sorpresa y desconcierto en Canarias ante los reparos estratégicos de países de la CEE

Las principales fuerzas políticas del Parlamento autónomo de Canarias han reaccionado con sorpresa y desconcierto ante la postura de la República Federal de Alemania (RFA) y otros países de la CEE que han introducido) criterios estratégicos para cuestionar el estatuto especial solicitado por España para el Archipiélago (véase EL PAÍS de 30 de enero de 1985). El PSOE, la Coalición Popular y el CDS reafirmaron ayer su decisión de "defender hasta el final" la propuesta, contenida en el llamado "documento canario", de que las islas queden excluidas de la Unión Aduanera comunitaria. El consejero de Economía del Gobierno canario, Rafael Molina, rechazó la actitud de la RFA y reiteró la necesidad de que las islas no sean incorporadas a la Unión Aduanera.La RFA ha hecho consideraciones de orden geoestratégico en las deliberaciones de los diez sobre el caso canario, por las que se muestra reacia a que el Archipiélago quede fuera de la Unión Aduanera, ante el supuesto riesgo de que a la larga sus vínculos con España y la Europa continental se debiliten y, "dada la importancia estratégica de estas islas", surjan eventuales movimientos independentistas. Italia y Francia analizan la cuestión también con planteamientos estratégicos y no sólo económicos.

El presidente del Parlamento regional, Pedro Guerra, del PSOE, declaró, tras conocer la noticia, que "hacer consideraciones estratégicas es negativo, pues se trata de un asunto esencialmente económico". El portavoz de su partido en la Cámara, Augusto Brito, advirtió que "si algún país teme que la exclusión de Canarias de la Unión Aduanera pueda fomentar cualquier tipo de secesionismo, no debe olvidar que, en caso contrario, las repercusiones económicas sobre una situación ya de por sí grave en el Archipiélago podría, asimismo, obligar a la burguesía a promover una corriente independentista".

Negociar con más fuerza

El portavoz del CDS, Fernando Fernández, indicó que por primera vez se pone de manifiesto la importancia estratégica de Canarias, lo que lleva a pensar muy seriamente en "negociar a partir de ahora con más fuerza sobre los principios del documento canario para no ceder nada a sabiendas del alto precio que tenemos".

Para el Grupo Popular, primera fuerza de oposición, "no podemos perder el barco de la integración", según declaró su portavoz en el Parlamento, Francisco Marcos. Marcos se quejó de la falta de información sobre el desarrollo de las negociaciones ("me tengo que enterar por los periódicos") y confirmó que su grupo defenderá el documento sobre el estatuto especial de Canarias, si bien reconoció que "defender al máximo nuestras especificidades implica problemas no sólo económicos, sino también estratégicos".