La vida de los universitarios
Ochenta y tres estudiantes de la universidad de Navarra, residentes en el colegio mayor Larraona -no vinculado en modo alguno al Opus Dei-, y a título personal, es decir, sin pretender otorgarnos la representatividad del citado colegio mayor, desearíamos puntualizar una serie de afirmaciones realizadas por el corresponsal de EL PAIS en Pamplona -en el suplemento de Educación del día 22 de enero- acerca de la vida universitaria en esta, institución.El mencionado artículo ofrece una imagen absolutamente estereotipada de los estudiantes de la universidad de Navarra, puesto que realiza numerosas generalizaciones insostenibles desde cualquier punto de vista.
El corresponsal de EL PAIS asegura que "sólo los estudiantes que optan por alojarse en pisos dan vida, sobre todo nocturna, a numerosos pubs y cafeterías de barrios cercanos a la universidad". Y añade a continuación que en "los colegios mayores -ocho en total- (...) la vida estudiantil está rodeada de academicismo, estudio y, en algunas ocasiones, impregnada por el componente religioso de la universidad de Navarra". Según estas afirmaciones, existen en la universidad de Navarra tres tipos de estudiantes: los bullangueros de los pisos, los estudiosos de los colegios mayores no pertenecientes al Opus Dei y los estudiantes de los colegios mayores pertenecientes al Opus Dei. Es esta una de las generalizaciones inadmisibles a las que nos referíamos al principio de la réplica. Ni todos los estudiantes de los pisos son bullangueros ni todos los estudiantes de los colegios mayores viven en un ambiente exclusivamente "academicista" y cuasi monacal.
Nosotros, como buenos estudiantes que intentamos ser, estudiamos... y nos divertimos, puesto que la diversión también es una faceta fundamental en la vida de toda persona y de todo estudiante. Diversión que puede tener como escenario cualquier pub de Pamplona o el mismo colegio mayor, en el que se desarrollan diversas actividades a lo largo de todo el curso, entre las que podemos incluir distintas fiestas lúdico-festivas. En este sentido, ponemos en conocimiento del señor. Ridruejo la existencia de una fiesta el próximo día 9 de febrero, a las ocho de la tarde, con el fin de honrar a san Valentín y tratar de fomentar las relaciones entre ambos sexos, que, según el citado periodista, son "más bien escasas en la universidad de Navarra". (Otra generalización inadmisible). (Por cierto, señor Ridruejo, está usted invitado a la fiesta).
Se refiere más adelante el corresponsal de EL PAIS al "cambio de vestimenta que se produce en una buena parte de los estudiantes, especialmente las chicas, según se esté en clase o en la calle". Nosotros confesamos no haber notado más cambio que el que se puede observar en las demás universidades del Estado. Asegura también que los estudiantes de la universidad de Navarra somos mayoritariamente ajenos "al devenir político-social del país". Señor Ridruejo: eso no es sino un estereotipo más. Al igual que en cualquier otro centro, en la universidad de Navarra existen estudiantes comprometidos y no comprometidos. El que esos compromisos se reflejen en actitudes externas es otro cantar. Cada uno defiende su ideología como quiere o como puede. En este colegio mayor, sin ir más lejos, venimos realizando, desde hace varios años, una serie de charlas con hombres y mujeres de reconocida talla y de la más variada ideología.
Este año, por ejemplo, hemos ofrecido como foro de diálogo nuestro colegio a personas como J. M. Mohedano (presidente de la Asociación Pro Derechos Humanos de España), Juan Luis Cebrián (director de EL PAIS), Carlos Solchaga (ministro de Industria y Energía), Carmen de Alvear (presidenta de la Concapa), etcétera. Y, si esto es posible, señor Ridruejo, es porque aquí, en la universidad de Navarra, también hay estudiantes que creen en la libertad y en el diálogo, y no en los estereotipos.- y 75 firmas más. .
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