Hacienda afirma que el IVA reducirá en un 16,18% la actual tributación del sector del automóvil

La introducción del impuesto sobre el valor añadido (IVA) en España, según el proyecto de ley elaborado por el Gobierno, supondrá para los fabricantes de automóviles una reducción del 16,18% en la fiscalidad que soportan actualmente, según un estudio de carácter reservado realizado por el Ministerio de Economía y Hacienda. En el citado documento se afirma, asimismo, que únicamente en la República Federal de Alemania y en el Reino Unido, entre todos los países, de la CEE, habrá una fiscalidad menor que en España para los fabricantes de automóviles.

El estudio del Ministerio de Economía y Hacienda se ha elaborado a raíz de las quejas expresadas por los fabricantes nacionales contra el proyecto de ley del IVA. En el mismo se aplica a esta actividad el tipo más elevado de tributación (un 33%) de los tres en que se configurará el nuevo impuesto en España. La fiscalidad a que están sometidos los automóviles de uso privado en nuestro país, según el estudio, se compone actualmente de dos elementos: la carga derivada del impuesto general sobre el tráfico de empresas (ITE, que repercute sobre los procesos de producción y de comercialización hasta la venta al usuario) y la carga correspondiente al impuesto de lujo (que lo hace sólo sobre el último nivel comercial).El propio estudio reconoce la dificultad de determinar con precisión la carga tributaría correspondiente al impuesto general sobre el tráfico de empresas, dada la naturaleza de impuesto en cascada y acumulativo que tiene el mismo. El ITE repercute directamente en la comercialización del automóvil (equivale a un 5% del valor del vehículo) e indirectamente en toda su fase de fabricación. En esta última fase, la fabricación, se soporta el ITE indirectamente a través de las cuotas pagadas por el mismo en materias primas (originarias o derivadas), servicios (transportes, alquileres, etcétera) y energía, así como en la parte de equipo amortizado. Además, precisa el estudio de Hacienda, tales cuotas no son sólo las que gravaron directamente dichos inputs, sino las que a su vez gravaron indirectamente los mismos en la serie indefinida de fases productivas previas.

Hoy se tributa un 44,09%

Los expertos de Hacienda, tras realizar los diferentes cálculos, llegan a la conclusión de que "con un tipo del 5% en la cascada del ITE", como el vigente en la actualidad, "la carga tributaría que pesa sobre el producto final, incluida la comercialización de fabricante a distribuidor o mayorista, es aproximadamente del 12,05%". Es decir, un 5% corresponde a comercialización y un 7,05% a la carga que se ha ido acumulando en el proceso productivo de los inputs utilizados en la fabricación del automóvil.A esta tributación del 12,05% por ITE en fase de fabricación del automóvil hay que añadir un 0,7% que factura por este impuesto el mayorista.a la persona que adquiere el vehículo. Independientemente, por el impuesto de lujo se grava el 24% del precio resultante del automóvil tras aplicar todos los gravámenes correspondientes al ITE (precio franco fábrica). La suma de todos los impuestos supone un gravamen sobre el automóvil del 44,09%.

El resultado de todo este proceso es que un automóvil cuyo precio de fabricación, a modo de ejemplo, sea 100.000 pesetas, cuesta al usuario que lo adquiere 160.890 pesetas. El fabricante factura el vehículo al distribuidor en 112.050 pesetas (100.000 del coste estricto de producción y 12.050 del cómputo total de ITE). El distribuidor aplica un margen de un 15% sobre el precio de adquisición y fija al vehículo un precio de venta al público de 128.850 pesetas. A esta cantidad hay que aplicarle el 0,7% del ITE del mayorista al consumidor, con lo que el precio del vehículo se sitúa en 129.750 pesetas. Finalmente, sobre esta cantidad hay que calcular un 24% correspondiente al impuesto de lujo, con lo que se llega al precio final, a pagar por el consumidor, de 160.890 pesetas. La medición de la carga tributaria que comportará el IVA no ofrece ninguna dificultad, agrega el documento, ya que se trata de un impuesto cuyo efecto es equivalente al de un impuesto sobre ventas al detalle.

Siguiendo con el ejemplo anterior, con la introducción del IVA habrá que aplicar el tipo del 33% al precio de 115.000 pesetas del automóvil (suma de las 100.000 pesetas de coste de producción y del margen del 15% del distribuidor). El consumidor adquirirá el vehículo en 152.950 pesetas, frente a las 160.890 que pagaría con la fiscalidad vigente hoy. Y la carga tributaría total sobre el automóvil se sitúa en un 37,95% (el 33% sobre 115.000), lo que supone una reducción para el sector del 16,18%, según el estudio citado.

Con respecto a la fiscalidad sobre el automóvil vigente en la CEE, el informe de Hacienda señala que en la mayoría de los citados países existen otros gravámenes o tributos sobre la matriculación de los mismos, cuya carga se adiciona a la del IVA. En todos los países de la CEE, a excepción del Reino Unido y de la RFA, añade, existe una fiscalidad mayor sobre el automóvil que la que entrará en vigor en España con la adopción del IVA. En Dinamarca, Holanda e Irlanda, la presión fiscal sobre el automóvil es claramente mayor en todos los supuestos. En Francia es exactamente igual y en Bélgica, Grecia e Italia tributan menos los vehículos de menor cilindrada y más los de mayor potencia.