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Retirada de órdenes de venta ante la fuerza del mercado

El comportamiento de la bolsa durante la pasada semana ha dado origen a una curiosa polémica centrada en la aparición el lunes de realizaciones de beneficios que llevaban dos semanas intentando llegar al parqué. La reabierta crisis en el Banco Hispano Americano debió parecer un buen momento a estos operadores, que consiguieron evitar por segunda vez que el índice general rompiese la barrera del 111%. A partir de ese momento, los analistas técnicos llegaron a la conclusión que, después de rebotar dos veces ante esa cota sin poder superarla, la bolsa se inclinaba a la baja a corto plazo, aunque mantenía las expectativas alcistas a medio plazo. Esta posibilidad se veía reforzada, además, porque el viernes finalizaba el plazo para las compras a crédito, cuyo saldo vivo se estimaba en unos 2.000 millones de pesetas.

No todos los datos apuntaban en esta dirección, sin embargo, ya que los volúmenes diarios de contratación difícilmente han descendido de los 2.500 millones de pesetas efectivas, y el barómetro de las compras a crédito apuntaba hacia arriba, con negociones diarias superiores a los 150 millones de pesetas.

Así las cosas, estalló la polémica entre optimistas y menos optimistas, que se saldó con el triunfo de los primeros. Los inversores particulares, en medio de una extraordinaria euforia alcista, arrastraron a sus posiciones a los inversores institucionales. En definitiva, el índice flexionó a la baja el martes, pero ya el miércoles se había detenido el retroceso, recuperando una orientación claramente positiva también a corto plazo. El mercado absorbió sin traumas todo el papel que salía a la venta, mientras que la mayor parte de las operaciones a crédito han sido renovadas, ante las esperanzas de nuevas y mayores ganancias.

Claro que no todo ha sido tan fácil. La evolución de Telefónica ha servido en más de una sesión para impedir que el índice general apuntara hacia abajo. Al otro extremo de la balanza, algunos operadores recuerdan que el conjunto del mercado ya se encuentra en posición de subida libre, con excepción del sector bancario. Éste, por lo demás, parece encaminarse a cierta recuperación, al amparo de la etapa de juntas generales que se abrió el sábado pasado.

El balance semanal, con una ganancia de 41 centésimas en el índice general, ha demostrado que finalmente la bolsa se ha visto incapaz de romper el 111%, cota que teóricamente debe permitir esa esperada subida libre.

Pero nadie se refiere en estos momentos a que se vaya a registrar otra inflexión a la baja. Casi todos los analistas esperan que en la primera sesión de esta semana ya se supere la citada cota, que debe servir para reforzar las posiciones alcistas de más de un operador.

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