Acuerdo para la firma del plan de reconversión de fertilizantes
La firma del plan de reconversión del sector fertilizantes tendrá lugar finalmente en la mañana de hoy, tras el intento frustrado del pasado día 4 de enero, en que no se llegó a un acuerdo a causa de la negativa de UGT a firmar hasta que no se resolviera la situación de 153 trabajadores de la empresa Industrias Químicas Canarias SA (Induca). Este problema no estará hoy resuelto a la hora de la firma, aunque sí "la vía para su solución, que es lo que pedía UGT", según ha señalado el director general de Industrias Químicas, Miguel Ángel Feito. El plan será examinado esta tarde por la Comisión Delegada del Gobierno para Asuntos Económicos.Durante la pasada semana se habló de otras posibles fechas de firma, en concreto para el viernes, día 18, firma que supuestamente se hubiera llevado a cabo sin la presencia de UGT. Fuentes de la Asociación Nacional de Fabricantes de Fertilizantes (Anffe), la patronal del sector, manifestaron estar dispuestas a ello sin la presencia de la central socialista.
Desde el pasado día 4 se han venido sucediendo reuniones en varios frentes con la pretensión de desbloquear el punto muerto en torno a Induca. Esta firma desaparece del mercado con la reconversión, tras haber venido operando con pérdidas en los últimos ejercicios (del orden de los 500 millones de pesetas).
UGT ha intentado sin éxito obtener un compromiso del Banco Central, a quien achaca el control de la sociedad. El banco citado ha argumentado su condición de financiador de Induca, pero no la de accionista significativo, por cuanto -ostenta un 3% de las acciones de la sociedad. Fuentes del sindicato socialista, sin embargo, aseguran que el Central controla plenamente el consejo de Induca a través del Banco de Valencia, donde el Central posee el 20%. El consejero delegado de Induca hasta hace unos meses, José Antonio Girona Noguer, es presidente del Banco de Valencia.
Las gestiones de UGT y de la Dirección General de Industrias Químicas en torno a Induca y el Banco Central han sido intensas. Las propuestas se han encaminado a encontrar una solución sobre la base de los solares propiedad de Induca en Valencia (uno de 109.000 metros cuadrados, en el Plan 14-bis, y otro de 70.000 metros en el llamado Plan Centro) y en Castellón (68.000 metros cuadrados). Esos solares están hipotecados por el Banco Central.
Solución a Induca
Un paso importante en la ruptura del punto muerto ha sido el cambio de actitud de la gerencia de Induca, que, de la negativa total a efectuar aporte alguno, ha puesto esos activos a disposición de la reconversión. Sin embargo, la liquidez de esos terrenos no es inmediata, al estar sometidos a los planes urbanísticos. En vista de ello, los movimientos de UGT se orientaron días atrás a conseguir del Central un crédito puente contra la realización de una segunda hipoteca o la ampliación de la existente. El valor de los solares oscila, según peritajes, entre los 2.500 millones y los 5.000 millones de pesetas, cifra superior a las deudas contraídas por Induca con el Central y al coste de los excedentes laborales de la firma.El Central ha manifestado su disposición a cooperar si el resto de los grupos involucrados también lo hace. Así, aparte de los solares, han surgido recursos de la propia Induca, quien colocará parte de sus excedentes laborales en otras empresas indemnizándolas con activos (almacenes).
CC OO se ha mantenido al margen de este contencioso, argumentando que "ya que el acuerdo laboral garantiza que nadie será despedido, pensamos que los derechos de los trabajadores de Induca pueden defenderse mejor con el acuerdo firmado que sin él".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.