Los archivos nacionales

Según dicen las leyes, los archivos son patrimonio nacional, que es lo mismo que decir que son patrimonio de los españoles, que son un servicio público; como los museos, los hospitales, las escuelas, la universidad... Por tanto, también dicen las leyes que cualquier persona provista del carné de investigador puede visitarlos. Que yo sepa, cuando cualquier servicio público tiene que cerrarse por motivos imperiosos se avisa públicamente a los usuarios, se intenta que sea durante el período más breve posible y se intenta paliar con algún tipo de sustitutivo similar.Pero en el caso de los archivos parece que las leyes y la realidad tienen poco que ver. Yo, y muchos otros colegas, podríamos contar numerosas y sabrosas historias, pero expondré sólo un caso concreto: el Archivo Histórico Nacional (Sección Guerra Civil), de Salamanca, se encuentra cerrado al público por obras desde hace más de un mes, y posiblemente hasta marzo no podrá reabrir sus puertas. Ningún usuario ha sido avisado. No ha aparecido ningún anuncio en los periódicos, ni ningún departamento universitario ni centro de investigación ha recibido comunicación alguna del Ministerio de Cultura al respecto.

Posiblemente esto no sea culpa de nadie. Por supuesto, no lo es de la excelente directora del archivo, ni de ninguno de sus funcionarios Posiblemente tampoco sea culpa del Ministerio de Cultura. Quizá todo sea, como siempre, un problema de falta de dinero, de reparto de la miseria, de que hay tantas cosas por hacer.

Sé que hay que tener paciencia, sé que las cosas han cambiado mucho en muy poco, también sé que visitar archivos, conservarlos en buen estado, tener un fichero adecuado, etcétera, puede parecer un lujo comparándolo con otras urgentísimas necesidades de los ciudadanos de este país. Pero es mi campo de trabajo, el mundo que mejor conozco, y ésta es mi manera de ayudar a que las cosas mejoren entre todos. Desde este enclave profesional y personal creo que visitar archivos no es un lujo. Es una de las formas de reconstruir la memoria colectiva, y creo que todos los ciudadanos sin distinción, y no sólo los que tienen carné de investigador, tienen todo el derecho del mundo a indagar en su pasado.-

Profesora de Historia Contemporánea.