Frío polar sobre el este y el oeste de Europa

La segunda ola de frío que afecta a Europa ignora las divisiones políticas del Viejo Continente e impone sus rigores tanto al Este como a Occidente. La temperaturas polares que sufre Europa -se ha llegado a los 41 grados bajo cero en la región francesa de Jura, al noreste del país- han creado problemas de aprovisionamiento en varias, zonas. En algunos países del Este, como Rumanía y la República Democrática Alemana (RDA), se padecen carencias energéticas.Las autoridades rumanas han decidido reducir el consumo de energía y no autorizar la apertura de las oficinas y los comercios más que durante las horas del día, adaptar los horarios de las empresas al tiempo de luz solar y prohibir la circulación durante la noche. Los mineros rumanos, víctimas del frío por partida doble, han sido obligados a trabajar día y noche para asegurar el aprovisionamiento de las centrales térmicas.

En la RDA, grupos de soldados y voluntarios se han unido para la extracción del lignito, principal fuente de energía del país. La televisión de Alemania del Este muestra imágenes de las minas de lignito al aire, cubiertas de hielo y nieve, donde las dificultades meteorológicas sólo han podido ser superadas por el esfuerzo de los militares y los voluntarios. La baja del aprovisionamiento de lignito en las centrales eléctricas supone una amenaza para toda la producción eléctrica.

En la República Federal de Alemania (RFA), lo más duro parece haber pasado ya y ayer la temperatura era solamente de 7 y 12 grados bajo cero. Se mantiene, no obstante, la preocupación entre los jugadores de fútbol que, muy probablemente, no podrán jugar tampoco la próxima jornada del campeonato. Otros deportistas, como los ciclistas, se han decidido a desafiar al tiempo, y los integrantes de un club de Bremen reanudaron ayer los entrenamientos con neumáticos especiales en sus bicicletas.

También el rugby está afectado por el hielo. El terreno del estadio de París en el que el próximo domingo se debe jugar el Francia-Gales del tradicional torneo de las Cinco Naciones está helado, y el Ayuntamiento de la capital francesa ha decidido la instalación de aparatos de aire caliente para ponerlo en buenas condiciones.

La preocupación es más seria en lo que respecta al transporte fluvial. Numerosos ríos en la RFA y varios en Holanda están congelados, así como -cosa mucho menos frecuente- el Saone y el canal del centro en Borgoña, donde decenas de barcos se encuentran inmovilizados. La gran arteria europea del Rin es todavía navegable gracias a que los numerosos residuos industriales que recibe mantienen la temperatura del agua, según los expertos.

En Francia, donde la nieve está presente en casi todas las regiones, el frío ha puesto en evidencia las viejas construcciones. Dos personas resultaron muertas en un incendio declarado en una granja por las malas condiciones de la chimenea. Son ya más de 200 los muertos en Europa por causa del frío. Sólo en Francia, el número de víctimas de esta ola es de 122. Turquía ha sido el último país europeo en ser afectado por los fríos, pero ayer todo el territorio turco, tanto en su parte europea como oriental, se encontraba cubierto de nieve.