Los padres de alumnos del Severo Ochoa, dispuestos a admitir a un grupo de los 35 niños gitanos

La junta directiva de la Asociación de Padres de Alumnos (APA) del colegio nacional Severo Ochoa, de Vicálvaro, ha difundido un comunicado en el que rechaza de nuevo las acusaciones de racismo que se han hecho a un grupo de padres del colegio desde distintos sectores, y afirma que "hemos estado siempre y estaremos a favor de la integración de cualquier colectivo social marginado y, por supuesto, del pueblo gitano, en la escuela pública". La junta añade que nunca se ha opuesto a que el colegio albergue a un grupo de los 35 niños gitanos necesitados de escolarización.El comunicado hace un llamamiento a la serenidad "ante el grave problema suscitado en este centro por la integración de 35 niños gitanos", y especifica a continuación que el problema ha surgido por la postura mantenida por el citado grupo de padres de niños payos, que estiman que es contraproducente que todo el grupo de niños gitanos se escolaricen en el mismo centro. El APA se manifiesta "de acuerdo con que algunos niños gitanos hayan sido trasladados a este centro", pero añade que "en este caso se ha hecho mal por parte de la Administración, que no ha sabido solucionar a, tiempo los problemas previsibles que ello iba a ocasionar".

El comunicado no especifica cuántos niños gitanos estarían dispuestos a aceptar los padres de alumnos payos, en qué circunstancias deberían haber entrado en el centro y cuáles son esos "previsibles problemas" que la Administración debiera haber solucionado previamente.

Solidaridad

Los alumnos de la escuela gitana de Zaragoza, La Quer Majari Calí, han iniciado una campaña de apoyo a los niños gitanos del colegio Severo Ochoa del barrio madrileño de Vicálvaro. Los 22 alumnos de la clase de los mayores han enviado cartas a los niños gitanos del citado colegio, al alcalde de Madrid, Enrique Tierno, y a la concejala del distrito, Concepción Aparicio.En su escrito los gitanos de Zaragoza expresan su postura sobre este conflicto y piden a las autoridades madrileñas que los alumnos del citado colegio sean admitidos a las clases. La siguiente fase de la campaña consistirá en denunciar, a través de los medios de comunicación de Zaragoza, dicha discriminación racial mientras preparan otras medidas de apoyo directo a los gitanos de Vicálvaro, según informa Javier Ortega.

Hasta hora, los niños no han podido recibir sus clases con normalidad. El pasado viernes, el colegio tuvo que ser desalojado por una falsa amenaza de bomba.