Los asilos de ancianos y la calefacción
La situación actual de los asilos de ancianos es muy lamentable e insostenible, debido a la falta de calor a los ancianos acogidos, a causa de los altos precios de los carburantes para su calefacción, máxime cuando ya ha sido anunciada tanto en la Prensa como en la televisión la inminente subida de carburantes, siendo precisamente el gasóleo C y el fuel los que más van a sufrir la subida, debido a la gran demanda actual de los mismos.Ante esto, ya los asilos no podrán sostener la calefacción, y los ancianos pasarán mucho frío. Estos asilos tienen pocos ingresos: sólo lo que un 75% de los ancianos aporta de un 75% a un 80% de sus pensiones, que, como son antiguas, son bajas, y el otro 25% de ancianos son benéficos y no pagannada. Por este motivo no pueden sostener la calefacción, y a primeros de enero ya no tienen fondos para ella.
Aquí en Linares hay un asilo con 100 ancianos y unas 13 hermanas mercedarias a su frente. Sólo tienen de ingresos unas 125.000 pesetas mensuales que les da el Ayuntamiento y, como digo antes, un 75% de ancianos paga un 80% de su pequeña pensión, y el resto son gratuitos. Con ello sólo pueden costear la alimentación, ropas, luz, butano, etcétera, pero no puede sostener la calefacción, y los ancianos pasan frío. Muchos de ellos, con edades de más de 90 años, que han sufrido dos guerras, la de África y la civil nuestra, y no es justo que en los pocos años de vida que les quedan pasen frío. Con una alimentación ligera y con calor, el anciano vive bien, pero si tiene buena alimentación y pasa frío se vuelven bronquíticos y mueren por el frío.
Hace unos días nos dirigimos al excelentísimo señor ministro de Industria y Energía, proponiéndole como fórmula eficaz, urgente y de solución inmediata que concediera un descuento del 50% a los asilos de ancianos en la compra de gasóleo C o fuel. De esta forma saldrían de sus apuros y podrían, aun con buena administración, pasar el invierno sin frío. Esto debe subida y estar ya en pleno invierno. Esto sería la solución de estos asilos, que son pocos en España, acogen a unos miles de ancianos de escasa pensión y no perjudicaría en nada ni a la Administración ni a Campsa de sus beneficios anuales. Estos ancianos están díscriminados comparados con los que están en las residencias de la Seguridad Social, a los que no les falta calefacción en todo el año
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