El futuro 'lendakari' salió muy optimista de su primer encuentro con Felipe González

El presidente del Gobierno, Felipe González, y el candidato a lendakari, José Antonio Ardanza, abrieron ayer lo que podría ser un nuevo capítulo en las relaciones entre la Moncloa y Ajuria Enea, prometiéndose mutuamente desechar desconfianzas ancestrales" y mantener un contacto fluido. Tras su primer encuentro con González, Ardanza mostró su optimismo en la pronta consecución de un pacto de legislatura en Euskadi, "que no esté prendido con alfileres", y se mostró coincidente con su interlocutor sobre el fondo de la lucha contra la violencia, "aunque pueda haber discrepancias en la forma de orientar estas soluciones".

Tras algo más de tres horas de entrevista, Ardanza se declaró satisfecho de la entrevista realizada en La Moncloa: "francamente grata, distendida, amplia".El portavoz del Gobierno, Eduardo Sotillos, también manifestó que el presidente había considerado positiva la reunión. Felipe González no se dirigió en ningún momento a los informadores, aunque salió personalmente a despedir al aspirante a lendakari y a sus acompañantes, el presidente del PNV, Román Sudupe y el miembro de la Ejecutiva nacionalista Mitxel Unzueta. En el encuentro también había estado presente el ministro de Administración territorial, Tomás de la Cuadra.

"Desechar desconfianzas ancestrales", "empeño en mantener un diálogo permanente", "creo que se confirmarán mis esperanzas en este diálogo", fueron algunas de las expresiones empleadas por Ardanza, quien, pese a su escasa concreción sobre los temas abordados con González, procuró en todo momento crear un clima de optimismo en torno a la entrevista que acababa de mantener.

La crisis económica de Euskadi

Según Ardanza, los temas abordados en el encuentro fueron, genéricamente, la crisis económica que vive Euskadi, el proyectado pacto de legislatura y la violencia. Sobre este último punto, el lendakari negó que se hubiese hablado de posibles negociaciones con ETA, "sino un poco de toda la filosofía del fenómeno de la violencia".

"El del País Vasco no es un terrorismo convencional, sino que tiene otra complejidad", dijo Ardanza, empleando una terminología desusada en sus antecesores. Añadió que con sus interlocutores en Madrid "estamos identificados en que somos demócratas, hemos luchado en defensa de las libertadel y esto es hoy una democracia. Todo estado d6derecho tiene unas reglas de juego y la violencia no encaja en ellas; por otro lado, quien más sufre la violencia somos nosotros mismos".

La bandera española

Ante la pregunta de si la bandera española ondeará cada día en Ajuria Enea, Ardanza respondió cautamente que "el Gobierno vasco tiene su fundamento en el Estatuto de Autonomía, y éste en la Constitución; yo seré coherente con este planeamiento. Se hará con naturalidad lo que en cada momento parezca más conveniente, sin darle mayor importancia. No sé si la bandera ondeará todos los días o dos días a la semana".

Similar cautela empleó Ardanza al preguntársele por su opinión sobre futuras extradiciones de etarras que puedan ser solicitadas por el Gobierno central: "en principio no me he planteado la cuestión, lo pensaré en su momento en función de las circunstancias".

Román Sudupe, presidente del PNV hablando por primera vez en la improvisada conferencia de Prensa en el patio de La Moncloa, agregó que "ese es un tema de relaciones externas que, en principio, corresponde al Gobiero del Estado".

El candidato a lendakari José Antonio Ardanza no vaciló en asegurar, cuando le preguntaron si encontraría en el seno del Partido Nacionalista Vasco dificultades similares a las de su antecesor, Carlos Garaikoetxea, que "nunca me cuestioné la disciplina de partido, ni como alcalde, ni como presidente de Diputación, y no voy a hacer lo ahora".