Abogados navarros denuncian la práctica de torturas en el País Vasco
Un comunicado hecho público ayer en Pamplona, suscrito por un grupo de 27 abogados navarros, denuncia la práctica generalizada en las comisarias y cuartelillos del País Vasco, de la tortura tanto física como psicológica "con métodos cada vez más refinados que ocultan la existencia de aquélla y que, por ello, en muchos de los casos, no son denunciadas por los afectados". Resaltan igualmente que la mayoría de las veces no se mencionan estos hechos "por el terror que les causa las amenazas recibidas de persistir en la denuncia, amenazas que se han hecho realidad en múltiples ocasiones".Los firmantes de esta nota señalan que "salvo excepciones, se constata por parte de los juzgados competentes y médicos forenses en lo que a sus funciones atañe, una actuación excesivamente pasiva en la tramitación de las diligencias por malos tratos o torturas, así como una dejación de los instrumentos legales con que cuentan para poner coto a estas prácticas ilegales. Asimismo lamentan, en su opinión, la "obcecación de que hacen gala los políticos socialistas desmintiendo sistemáticamente hasta los casos más flagrantes de tortura favoreciendo así la continuidad de las mismas".
No a la ley antiterrorista
Estos abogados, "primeros testigos presenciales de la situación de los detenidos", según dicen, exigen la derogación de la ley antiterrorista "por ser el instrumento legal que facilita el empleo de estos métodos vejatorios para la persona, por lo que entraña de tortura psicológíca la sóla incomunicación durante 10 días, a la vez que permite la desaparición de posibles secuelas que hacen ineficaz cualquier denuncia posterior, amén de los numerosos aspectos anticonstitucionales que encierra, como la incomunicación, la prórroga de la detención por encima de las 72 horas o la violación del secreto postal".
Exhortan al Defensor del Pueblo a que haga realidad su intención de investigar las acusaciones en curso de malos tratos o torturas antes de erigirse en juez y parte a la vez cuando proclama públicamente la excepcionalidad de estas prácticas, "y se haga eco de los innumerables relatos que a buen seguro habrá de escuchar".
