Sin fecha sobre la reanudación de las negociaciones para el consenso en política exterior

El presidente del Gobierno, Felipe González, no tiene fijado aún el calendario para la reanudación de las negociaciones con otras fuerzas políticas para llegar a un consenso sobre política exterior, pese a sus propósitos de obtener un acuerdo antes de enero lo más amplio posible en torno a la permanencia de España en la OTAN. Esto hace pensar, de acuerdo con la opinión extendida ayer en medios parlamentarios, en la posibilidad de que este acuerdo se retrase algunas semanas. Fuentes de la Moncloa confirmaron ayer que el presidente no tiene en su agenda para esta semana ningún encuentro con los dirigentes parlamentarios.

En teoría, la aprobación por el 30º congreso del PSOE de la permanencia en la OTAN debe facilitar notablemente a González los contactos con Manuel Fraga -Coalición Popular-, Miquel Roca -Minoría Catalana-, Marcos Vizcaya -Grupo Vasco-, Adolfo Suárez -CDS- y Luis Ortiz -Grupo Centrista-, dirigentes de los grupos parlamentarios partidarios de que España siga en la Alianza Atlántica. El presidente mantuvo contactos con todos ellos hace tres semanas, y los citados grupos se mostraron a favor de la continuidad en la OTAN, aunque la mayoría se inclinó por la entrada en la estructura militar de la organización y por la no celebración del referéndum prometido por el PSOE.Por el contrario, el secretario comunista Gerardo Iglesias, el dirigente de Euskadiko Ezkerra Juan María Bandrés, y el portavoz de Esquerra Republicana en el Congreso, Francesc Vicens, se mostraron favorables a la salida de la OTAN, con lo que las posibilidades de que los socialistas lleguen a un consenso sobre sobre esta cuestión se reducen a las fuerzas parlamentarias de carácter moderado, quedando fuera del acuerdo el Grupo Mixto.

La segunda ronda de conversaciones tratará, por tanto, de aspectos más específicos, creen fuentes parlamentarias; es decir, se hablará de la integración en la organización militar y, sobre todo, de la posibilidad de que el Gobierno se retracte de sus proyectos de celebrar un referéndum sobre el asunto.