"Reagan ha hecho un gran daño, pero las cosas podrían ser peor", afirma la cantante Judy Collins
La cantante norteamericana Judy Collins, considerada, junto a Joan Baez, como la representante femenina más significativa del movimiento folclórico estadounidense de los años sesenta, se encuentra en Barcelona para participar en el programa de TV-3 Ángel Casas show. La intérprete, que tiene 45 años y es conocida sobre todo por sus versiones antológicas de los temas de otros cantantes, manifestó anteayer durante una conferencia de prensa que "la política de Reagan ha hecho un gran daño en EE UU en el aspecto social, pero las cosas podrían ser peor".
Judy Collins apareció con un aspecto sofisticado y eminentemente europeo. Vestida con un traje-pantalón rosa y una chaqueta negra, con un sombrero gánster muy a la moda y luciendo un largo collar de perlas que daba varias vueltas a su delicado cuello, la cantante no recordaba en absoluto a la intérprete folk enfundada en jeans que participó activamente en el movimiento estadounidense de protesta de los años sesenta.Muy delgada, dotada de unos hermosos ojos azules,jovial y simpática, Judy Collins perdió al hablar esa aparente frialdad que le comunicaba su atuendo. La cantante comenzó por explicar sus comienzos artísticos y recordó que ya desde muy pequeña -seis años- tocaba el piano, instrumento que supuso "mi primer contacto con la música". Al piano fue su primera actuación, a los 14 años, interpretando a Mozart.
Nacida en Seatle, Estado de Washington -aunque trasladada de muy pequeña a Denver, Colorado, donde pasó la mayor parte de su juventud-, la condición de músico de su padre, Chuck Collins, una figura conocida en toda la costa oeste, determinó su carrera como intérprete. Pronto abandonó a los clásicos para rasguear la guitarra y comenzó a cantar en los clubs folks de su estado, pasando luego a los locales del Greenwich Village neoyorquino. Estimulada su conciencia política por los acontecimientos de la época, Judy Collins se convierte en una asidua de las acciones de protesta, sumando a las raíces tradicionales de su música una inquietud por la actualidad. Conoce a los grandes cantautores surgidos de esos prometedores tiempos de Nortearnérica e interpreta geniales versiones de sus temas, como el Turn, turn, turn, de Pete Seeger o el Master of war, de Bob Dylan.
"La forma en que escojo las canciones que interpreto es bastante misteriosa", manifestó la cantante, "recibo canciones de todas partes". Preguntada sobre el género que prefiere, Collins, que ya hace tiempo evolucionó hacia el pop y el rock y que actualmente compone parte de su repertorio, respondió que "no debería haber divisiones en la música, yo creo que hay música buena y mala, y nada más. Una canción que me gusta, de cualquier tipo que sea, la interiorizo y la incluyo en mi repertorio". En los elepé "me gusta mezclar los temas rápidos con las baladas". La intérprete consideró que "ya casi no existen grandes cantantes solistas, es una figura que está desapareciendo". En cuanto a los sesenta, Collins explica que "básicamente, el grupo que en aquellos años luchaba, sigue haciéndolo ahora. Reagan quizá reactive a la gente y vuelva a movilizarla, ese es lado positivo de su reelección. Por mi parte, yo siempre he tenido conciencia política, en mis discos siempre ha habido alguna canción sobre temas sociales."
Como anécdota destacable de su carrera, la cantante recordó la oportunidad en que, durante una actuación conjunta, tuvo que empujar a un timidísimo Leonard Cohen, que estaba en sus comienzo artísticos, para que volviera al escenario.
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