Réquiem por una Escuela Española de Roma
He leído con decepción la noticia sobre la inauguración de la nueva sede del Instituto Español de Cultura en Roma. De ahí se desprende el desahucio de la Escuela Española de Historia y Arqueología de su sede tradicional, en la Via di Villa Albani, y su reconversión en una sección de la Academia Española de Bellas Artes, según parece por ser aquélla una institución que "tenía escaso eco en la vida cultural italiana".La creación, en 1909, de la Escuela Española de Historia y Arqueología de manos de Josep Pijoan, del Institut d'Estudis Catalans, y de Ramón Menéndez Pidal, de la Junta de Ampliación de Estudios, respondía a la necesidad de ofrecer a los investigadores españoles una plataforma de contacto con el ambiente cultural y científico europeo. Los diversos acontecimientos bélicos que conmocionaron a Europa y a España afectaron lógicamente a la vida de la institución, que inició una nueva etapa a finales de los cuarenta, bajo la dirección de Martín Almagro Basch, dependiendo del Consejo Superior de Investigaciones Científicas. En esa etapa, numerosos investigadores españoles trabajaron allí, y destacaron entonces las excavaciones arqueológicas realizadas en el santuario de Juno, en Gabii, importante yacimiento del Lacio. Luego, tras otro decaimiento, en 1980 hubo una reactivación con el profesor Martín Almagro Gorbea, hijo de aquél, y aunque es cierto que el papel jugado por la escuela en los ambientes culturales y científicos romanos era limitado, ello era debido a la parquedad de los medios de que disponía. Por eso es lamentable que ahora se la convierta en casi nada. Decepciona constatar que ciertas iniciativas nacidas en España a principios de siglo respondían a una concepción de la cultura mucho más rigurosa y progresista de la que ahora tiene la Administración.-
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