'El Torete' y 'El Vaquilla', vidas paralelas
Los dos jóvenes delincuentes se conocieron en el barrio barcelonés de La Mina y el primero representó la vida del segundo en el cine
Juan Moreno Cuenca, el Vaquilla, y Ángel Fernández Franco, el Torete, se conocieron hace 14 años en el barrio de La Mina, de Sant Adriá del Besós, en los suburbios de Barcelona. Sus vidas han discurrido por sendas distintas, pese a unas aparentes similitudes: mientras el Vaquilla se recupera de la operación a que fue sometido por la herida de bala que recibió el miércoles en Barcelona, al ser detenido de nuevo por la policía, el Torete espera en la cárcel Modelo el que puede ser su último juicio, previsto para el próximo viernes.ENRIC PEREDA
Tanto el Torete como el Vaquilla han manifestado su intención de rehacer sus vidas en más de una ocasión. Mientras el Torete, a quien en la calle esperan su mujer y un hijo, mira el futuro con esperanza, el Vaquilla no puede deshacerse de la imagen de antihéroe que, al cabo del tiempo, le han forjado.A el Torete le quedan por cumplir unos dos años de prisión, gracias a la reducción de pena por trabajo. Sin embargo, espera salir en libertad provisional antes de un año si, una vez superado el escollo del último juicio, en el que el fiscal solicita una pena de cuatro años de prisión, consigue un indulto. Una pelea callejera en el barrio de La Mina, en los suburbios de Barcelona, fue el origen, hace 14 años, de la amistad entre el Vaquilla y el Torete, dos conocidos delincuentes de cuyas vidas poco se sabe, a pesar de haber sido llevadas al cine por el director José Antonio de la Loma, en la serie de películas Perros callejeros y Los últimos golpes de el Torete.
La historia de Juan Moreno Cuenca y Angel Fernández Franco discurrió paralela durante algún tiempo, pero en opinión de quienes les conocen, el primero no tuvo la suerte del segundo. Mientras el Vaquilla entró pronto en una espiral de la que no pudo escapar, en la que durante años ha efectuado de un modo constante el recorrido entre el reformatorio, del que siempre escapaba, La Mina y las cárceles, Angel Fernández, tuvo la suerte de conocer a la que hoy es su mujer, la Sole.
Su mujer, 'la Sole'
Soledad García, la Sole, una chica que ahora tiene 23 años, trabajaba en una tienda, y vivía en la Zona Franca de Barcelona. Una tarde cualquiera salió de casa para divertirse en un pub de I'Hospitalet, como hacía a menudo. Sin embargo, aquella tarde ocurrió algo que cambio su vida. "Conocí a Angel aquel día y en seguida nos gustamos", explica. "Durante algún tiempo estuvimos saliendo, hasta que un día nos fuimos a vivir juntos". En Agosto de 1980 Ángel marcha a Melilla a hacer el servicio militar. "En todo el tiempo que duró el servicio militar", recuerda la Sole, "sólo le vi en dos ocasiones, una de ellas cuando consiguió un permiso para casarnos".
El Torete fue detenido el pasado mes de agosto en una playa de Alicante, después de permanecer oculto durante dos años en Barcelona y otros lugares de España. Fue trasladado hace dos meses a la prisión de Murcia, para que pudiera estar cerca de su mujer y de su hijo Ángel, que viven en Archena (Murcia), de donde es originaria la familia de la Sole.
"No pudo representarse a sí mismo"
El director de cine José Antonio de la Loma fue quien bautizó a Ángel Fernández con el alias de el Torete "para que pudiera encamar la vida de el Vaquilla en la película Perros Callejeros, porque al ser éste menor de edad no podía ponerle el mismo nombre". De la Loma recuerda que para el Vaquilla "fue una desilusión muy grande el no poder representarse a sí mismo, al no conceder el juez un régimen de libertad especial que le permitiera participar en el rodaje". Sobre el Vaquilla pesa un delito de sangre al haber atropellado y matado a una mujer después de darle el tirón.
Las continuas escapadas de Juan Moreno de los reformatorios en que era ingresado, provocaron una decisión judicial que pesó como una losa en la vida del muchacho. El Vaquilla ingresó en la cárcel Modelo de Barcelona cuando apenas tenía 13 años, junto a su amigo Ángel Fernández que tenía entonces 15. Ni el uno ni el otro tenían la edad reglamentaria para ingresar en la que se ha calificado hasta el tópico como una universidad de delincuencia.
El Vaquilla es la imagen del antihéroe, cuya historia, que parece no acabar nunca, personificó para el cine su amigo Angel Fernández. Según José Antonio de la Loma, que prepara una edición de las memorias del delincuente, "el Vaquilla es un auténtico poeta". Cuando el pasado viernes fue trasladado desde el hospital Clínico de Barcelona a jefatura, llevaba en la boca un clavel. José Antonio de la Loma, que ejerció como maestro nacional durante seis años en el barrio chino de Barcelona, piensa que los dos, el Vaquilla y el Torete, merecen "pese a todo" que se les de una oportunidad. A Juan Moreno Cuenca, que nació el 19 de Junio de 1961 en Torre Baró, otro de los barrios pobres del área de influencia de Barcelona, le ha ocurrido algo que debería ser analizado. Su vida se mueve entre la ficción cinematográfica y la realidad. La detención de cinco de los fugados de la prisión de Lérida, cuyos detalles fueron captados por las cámaras de televisión, resume una vida en la que sus continuos intentos de fugas y los varios motines que ha protagonizado alimentan constantemente su leyenda negra.
Quienes le conocen dicen de él que es inteligente, simpático, y despierto, y aseguran que, de haber crecido en otro ambiente, habría cambiado radicalmente el rumbo de su vida.
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