Tres policías, heridos en un enfrentamiento con delincuentes
Tres funcionarios del Cuerpo Superior de Policía resultaron heridos, dos de ellos de gravedad, durante un tiroteo con dos delincuentes a los que intentaron identificar ayer por la mañana en el pub Maniqui's, situado en el número 25 de la calle del Pensamiento, en el madrileño distrito de Tetuán. Las primeras noticias sobre el suceso fueron confusas y aludieron a un atentado terrorista relacionado con el Congreso del PSOE y luego a una redada contra traficantes de drogas.
, Las dos versiones iniciales fueron desmentidas sucesivamente durante la mañana por un portavoz oficial de la Jefatura Superior de Policía. El mismo portavoz informó, a primera hora de la noche, que los dos presuntos agresores son Antonio Celdrán Jara, de 30 años, y Juan José González Luengo, de 33. El primero, que estaba detenido en Alicante, se escapó de un hospital el 30 de noviembre con la complicidad del segundo.El pub Maniqui's tiene un horario particular: abre toda la noche y cierra a las 10 de la mañana. A las 8.25 horas de ayer estaba repleto de clientes, unos desayunando, otros tomando la última copa tras una noche en vela. Entre ellos, los inspectores Jaime Ignacio Cabezas y Juan José Gándara, del grupo antiatracos de la Brigada Regional de Policía Judicial. Y también, según la versión oficial del suceso, tres hombres, dos de los cuales, descritos como jóvenes, discutían con el tercero, "de mayor edad", al que insultaron y luego amenazaron con una pistola.
Fuentes próximas a la investigación, citadas por Efe, añadieron que los jóvenes llamaron "rojo" a su contertulio. La Jefatura Superior de Policía no confirmó ese detalle y se limitó a afirmar que el tercer hombre, "el de más edad", sobre cuya personalidad no se dieron a conocer más detalles, permanecía ayer por la tarde en la comisaría de Tetuán, donde era interrogado. El portavoz oficial calificó la discusión del Maniqui's como "de copas" y dijo que "en absoluto estaba relacionada con temas políticos".
Dos comisarios
Según la versión oficial del suceso, un camarero del pub vio el arma que esgrimía uno de los jóvenes y advirtió a los policías, a los que conocía por ser clientes asiduos del establecimiento. Los dos inspectores se acercaron al grupo y desarmaron con facilidad al joven, pero su acompañante sacó otra pistola y vació el cargador contra los policías, que fueron alcanzados por un total de cinco proyectiles. Herido, uno de los inspectores disparó a su vez contra los agresores con la pistola requisada. Los dos hombres, ilesos al parecer, lograron escapar a la carrera.
Cuando los jóvenes escapaban del Maniqui's, algunos vecinos y empleados y clientes de las numerosas cafeterías de la proximidad ya estaban al tanto de que algo raro ocurría. Como relató uno, "escuchamos algo así como una traca y nos asomamos a la ventana. Del Maniqui's salía gente corriendo. Uno de ellos cruzó la acera, sangrando; vino a caer aquí enfrente, casi en la puerta de la cafetería Darío's, y gritó: '¡Auxilio, soy policía!-.
La zona de la calle del Pensamiento, de clase media acomodada y con numerosas oficinas, clubes nocturnos y salas de juego está próxima a la calle de Orense y no lejos del complejo Azca. Allí viven destacados funcionarios policiales. Dos de ellos, los comisarios José Martínez Basalo, de la Brigada Móvil, y Andrés Gómez Margarida, colaborador de Roberto Conesa en la época de los secuestros de Oriol y Villaescusa, abandonaban sus respectivos domicilios cuando los inspectores Cabezas y Gándara fueron agredidos.
Los comisarios, que se dirigían al trabajo, salieron en persecución de los dos fugitivos. Se produjo el segundo tiroteo de la mañana y una bala rozó una mejilla de Martínez Basalo. Los delincuentes también consiguieron huir en esta ocasión y ayer por la tarde no habían sido localizados. La pistola que uno de los inspectores logró arrebatarles es una Star del calibre nueve corto. Los casquillos correspondientes a los disparos efectuados contra los policías con la otra arma corresponden también al nueve corto.
El inspector Gándara sufrió cuatro impactos de bala: uno, con orificio de entrada a nivel suprapúbico y salida por región glútea que le afectó vena ilíaca y vejiga urinaria; otro, en sedal, en el hombro izquierdo, sin afectación ósea, y dos, también en sedal, en la pierna izquierda, que atravesaron parte de la tibia. Ingresó en la ciudad sanitaria La Paz en estado de shock. Tras una intervención quirúrgica, su pronóstico es "muy grave", con evolución favorable.
El otro inspector herido, Jaime Ignacio Cabezas, fue asistido en el centro de rehabilitación y traumatología de La Paz. Presentaba herida con orificio de entrada en cara externa de brazo y salida por cara interna, nueva entrada por hemitórax derecho y salida por sexto espacio intercostal. El pronóstico es "grave, con evolución favorable".
El comisario José Martínez Basalo fue asistido en el servicio de cirugía maxilofacial de La Paz por herida en el rostro producida por arma de fuego. El proyectil hizo el orificio de entrada y salida en la mejilla derecha, sin lesionar partes óseas. El pronóstico es "leve".
La identidad de los dos presuntos autores de los disparos fue facilitada anoche sólo después de que se hiciera público el registro efectuado en el despacho del abogado Fernando Salas, uno de los promotores de la manifestación contra la tortura celebrada en Madrid el pasado miércoles.
Según los policías, que tenían un mandamiento de juzgado de guardia, buscaban en el registro a los participantes en el tiroteo de la mañana. Asimismo, fuentes policiales afirmaron que el arma utilizada por los dos delincuentes fue sustraída en la fuga del hospital de Alicante donde estaba internado Celdrán.
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