_
_
_
_
gente

Ana Sánchez de Miguel,

concejala del PSOE en el Ayuntamiento de Córdoba y responsable de Sanidad y Consumo, ha comprendido ahora que su poder no conoce fronteras entre este mundo y el otro, o al menos no había imaginado hasta ahora que el cuidado de los muertos iba a provocarle el mayor sobresalto de su vida política. Con tirones de pelo, golpes y empujones fue recibida la concejala en el vestíbulo del Ayuntamiento por un grupo de mujeres que protestaban contra las nuevas normas municipales para cementerios. Estos familiares vivos dejaron claro que no iban a permitir la desaparición de los toldos para adorno y sombra de las tumbas de sus difuntos, ni las escaleras precisas para su limpieza. Ana Sánchez de Miguel apaciguó como pudo el sofocón en el despacho del alcalde y aseguró que la versión de sus agresoras estaba manipulada. Tan manipulada como su protesta.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_