El Supremo procesa a los magistrados Varón Cobos y Rodríguez Hermida

Los magistrados, Jaime Rodríguez Hermida, del Tribunal Supremo, y Ricardo Varón Cobos, de la Audiencia Nacional, fueron procesados ayer por la Sala Segunda del Tribunal Supremo, acusados de prevaricación (dictar conscientemente resolución injusta) en la irregular puesta en libertad del jefe de la Camorra napolitana Antonio Bardellino, Tonino. Los dos magistrados han quedado en libertad provisional sin fianza, con la obligación de comparecer ante la autoridad judicial los días 1 y 15 de cada mes. Esta es la primera vez en el último siglo en que es procesado un magistrado del Supremo. La Audiencia Nacional fue creada en 1977.

A cada uno de los magistrados se les ha impuesto una fianza de 50.000 pesetas para asegurar las responsabilidades pecuniarias que pudieran declarase procedentes.El auto de la sala segunda del Tribunal Supremo declara que "no ha lugar, por ahora, a decretar el procesamiento de cualesquiera otras personas". El Supremo se refiere a Josefa Suárez, la Pepa, amiga de Rodríguez Hermida, y de Rita de Vita, compañera del camorrista fugado, cuyos procesamientos habían sido solicitados por el fiscal, acusadas de participar como intermediarias en la irregular liberación de Bardellino.

El Supremo tampoco ha accedido al procesamiento por cohecho (soborno de un cargo público) pedido por el fiscal para Rodríguez Hermida, y en la narración de hechos del texto judicial se omite toda referencia a la pulsera de oro que Bardellino y Rita de Vita regalaron a Rodríguez Hermida, ni tampoco se alude a los 10 millones de pesetas que Rita entregó a la Pepa y a Luis Plana Terraza, el Catalán, para que se los dieran a los jueces a fin de obtener la libertad de Bardellino. El delito de prevaricación es castigado en el Código Penal con la pena de suspensión de un mes y un día a seis años.

El capo napolitano, detenido en Barcelona el 2 de noviembre de 1983, estaba reclamado por las autoridades italianas. El juez competente, Francisco Castro Meije, decretó su prisión incondicional, decisión que no fue recurrida por Bardellino, por lo que devino firme.

Vacaciones

Según el auto, el 31 de diciembre de 1983 el juez Castro comenzó a disfrutar vacaciones reglamentarias, y fue sustituido por Ricardo Varón Cobos. "Entre los días 20 y 25 de enero de 1984", explica el texto, "Jaime Rodríguez Hermida magistrado en activo del Tribunal Supremo, mostró un desmedido interés por Bardellino, influenciando una y otra vez sobre el juez en funciones, Varón Cobos, hasta el punto de arbitrar un medio que pudiera tener visos de legalidad para conseguir la libertad de su patrocinado, medio que se convino se hiciera a través de persona interpuesta pero allegada para guardar la apariencia en las formas de la petición, pensándose en que Rita de Vita, que mantenía relaciones sentimentales con Bardellino, era la más indicada, a cuyo efecto formuló el 26 de enero la oportuna petición de libertad".

El 30 de enero, Varón seguía en funciones, debido a que el juez titular se encontraba enfermo. "Hechas las oportunas gestiones", dice el auto, "y siempre bajo los auspicios propiciatorios del magistrado Hermida, el juez Varón Cobos fue presto en dictar auto al día siguiente, acordando la inmediata libertad" de Bardellino bajo fianza de cinco millones de pesetas.

El Supremo considera que "de los anteriores hechos se deducen suficientes indicios racionales de criminalidad para catalogar las actuaciones de Rodríguez Hermida y Varón Cobos como constitutivos de un delito de prevaricación".

El auto dictado señala que los dos magistrados "influyendo el uno de forma decisiva y hasta buscando un arbitrismo con visos de legalidad y dictando el otro un auto de libertad, reformando el de prisión incondicional que poco antes había dictado y devenido firme por consentimiento del reclamado de extradición ( ... )" facilitaron así "con apariencia seudo legal el único camino que podía usar Bardellino para huir".