La Armada se opone al procesamiento del capitán Astiz
El vicealmirante Ramón Arosa, jefe del Estado Mayor de la Armada argentina, convocó ayer al Almirantazgo para considerar la situación planteada por la detención del capitán de corbeta Alfredo Astiz. La Marina, en una nota oficiosa, amenaza veladamente con una "firme actitud institucional" en caso de que Astiz sea procesado y afirma que el suyo es "un caso clásico de los oficiales de baja graduación que cumplieron órdenes en la represión de la guerrilla de izquierda".Astiz no asistió ayer a una citación judicial durante la que debía presentarse ante los testigos por la desaparición, en 1977, de la joven sueca Dagmar Haguelin, de 16 años.
A petición del juez federal Miguel del Castillo, el capitán Astiz fue desembarcado del portaviones 25 de Mayo, donde prestaba servicio, y trasladado al apostadero naval de Buenos Aires, donde permanece detenido.
Astiz, vestido de civil, fue reconocido en su día por transeúntes y el conductor del taxi en el que trasladó el cuerpo de Haguelin a la Escuela: de Mecánica de la Armada, después de herirla gravemente en la cabeza de un disparo.
En 1981, aún bajo la dictadura militar, la madre de Haguelin intentó el procesamiento de Astiz ante la justicia castrense, que so breseyó el caso. Ahora el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas, máximo tribunal militar ha reclamado el caso para su jurisdicción.
Astiz es calificado públicamente como asesino de chicos y monjas y fue colaborador estrecho del almirante Massera y del entonces director de la Escuela de Mecánica de la Armada, contraalmirante Chamorro, en la guerra sucia contra la subvensión.
La Marina teme que el procesamiento civil de Astiz arrastre el de muchos otros jefes y oficiales, poniendo de relieve la particular crueldad de la Armada durante la represión.
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