El ministro de Educación de Nicaragua deja la Compañía de Jesús

El ministro de Educación nicaragüense, Fernando Cardenal -hermano del trapense Ernesto Cardenal, titular Cultura-, dejó la Compañía de Jesús el pasado día 4, aunque conserva su estado de sacerdote católico. Para poder ejercitar dicho sacerdocio, sin embargo, será necesario que un obispo de Nicaragua o de otro país lo incluya en su diócesis.Según fuentes muy bien informadas de la curia generalicia de los jesuitas de Roma, la decisión, "realmente dolorosa para ambas partes", fue adoptada al mismo tiempo por Cardenal y la compañía "con espíritu de diálogo y de mutua comprensión".

Estas fuentes afirman que no ha habido "ni rebeldía por parte del padre Fernando ni amenazas o castigos por parte de la compañía". Por el contrario, se destaca que Cardenal "ha quedado profundamente agradecido a sus superiores", con quienes ha tratado el asunto no de forma epistolar y burocrática, sino a través de un largo diálogo personal y fraterno.

La situación del ministro nicaragüense no sólo se oponía al nuevo Código de Derecho Canónico, sino también a las decisiones adoptadas por la 32ª congregación general de la compañía, que se celebró en 1974 y que fue presidida por el español Pedro Arrupe. En dicha congregación, se estableció que un jesuita no puede tener un cargo político excepto que cuente con la autorización de la Conferencia Episcopal del lugar donde está ejerciendo dicho cargo. Esta excepción, sin embargo, fue anulada tras la promulgación de la última reforma del derecho canónico.

La compañía asegura que Fernando Cardenal "se ha portado muy bien" al optar por esta solución y que sus superiores "han respetado plenamente su decisión". Según estas fuentes, Cardenal ha sido considerado siempre por la compañía como "una persona excelente", y lo que ha creado problemas ha sido su cargo.

En algunos, ambientes de la compañía, no se excluye incluso la posibilidad de que un día, al concluir su compromiso político, el ex jesuita vuelva a ingresar en la compañía. Lo que se excluye categóricamente es que el abandono de Fernando Cardenal de la Compañía de Jesús se debe a una "actitud antisandinista" por parte de los jesuitas, lo que supondría "una injusta y absurda instrumentalización" de lo que ha sido sólo y exclusivamente "un caso de conciencia personal".