Gobierno francés desea abrir en Huesca un paso fronterizo de gran circulación

La Administración francesa desea realizar un nuevo paso fronterizo a través de los Pirineos, entre el puerto de Gavarnie (Francia) y el valle de Ara (Huesca), cuyo estudio, encargado por la prefectura de los Altos Pirineos, prevé la construcción de un túnel de 10 kilómetros, un tráfico de unos 7.000 vehículos diarios y unas inversiones de más de 21.600 millones de pesetas.

El informe ha sido entregado al presidente aragonés, Santiago Marraco, y al ministro de Obras Públicas, Julián Campo, y se espera que la Administración española, al igual que ha hecho la francesa, apoye este importante proyecto que contaría con la colaboración financiera de la Comunidad Económica Europea (CEE).El antecedente más inmediato de este estudio es el acuerdo al que llegaron las cámaras de Comercio de Francia y de España en la asamblea celebrada en el pasado mes de octubre: una de las conclusiones fue la realización de un informe sobre un nuevo paso fronterizo.

Se proponía la apertura de un túnel de dos calzadas y cinco metros de carril en cada sentido, con accesos a través de la carretera nacional 21 de Francia y llegada a España en las proximidades de Broto y Torla, en la provincia de Huesca.

El estudio cuenta con el apoyo de la Administración francesa, aunque todavía no de forma oficial, y fue entregado por el prefecto de los Pirineos franceses, Christian Blanch, al gobernador civil de Huesca, Miguel Godia, quien a su vez lo ha enviado al Gobierno aragonés y a la Administración española. El proyecto contempla la construcción de un túnel de 9 a 10 kilómetros de largo por el que circularían entre 6.000 y 8.000 vehículos diarios.

Se señala, asimismo, la forma de financiación de las obras, que supondrían inversiones superiores a 1.200 millones de francos, es decir, más de 21.600 millones de pesetas: la mayor parte correría a cargo de la CEE a través del Fondo de Desarrollo Regional Europeo y mediante préstamos de la banca europea. Estas dos aportaciones representarían el 80%. de¡ presupuesto.

El 10% restante debería correr por cuenta del Gobierno francés y del español. La titularidad del túnel sería pública y su explotación se haría mediante peaje.

Este proyecto contará con el apoyo de la CEE y han sido consultados a la hora de redactarlo diversos expertos, entre otros Lorenzo Natali, dirigente de la CEE, quien ha dado su opinión positiva. La realización del paso fronterizo podría ser aprobada por las diferentes partes implicadas el próximo año, y se calcula que las obras del túnel estarían concluidas en 1990, año en que termina el período transitorio de la integración española al Mercado Común. Esta nueva vía de comunicación fronteriza se proyecta como un eje de gran circulación, y por parte francesa se presenta como una opción al paso por el País Vasco, considerado como conflictivo en los últimos tiempos. Esta vía de comunicación uniría Burdeos-Pau-Gavarnie-Huesca-Zaragoza-Madrid.

El presidente aragonés, las cámaras de Comercio e Industria de esta región, así como amplios sectores de la provincia de Huesca han acogido con satisfacción la existencia de este estudio y la posibilidad de que se lleve a cabo. Se confía, asimismo, en que la Administración española se pronuncie también favorablemente. Las principales críticas provienen de grupos ecologistas, que consideran que el nuevo trazado de carretera podría afectar a los valles pirenaicos y de manera especial a Ordesa.