Ciencia y arte

Los códices de Leonardo da Vinci que se exhiben desde ayer en el Museo del Prado están escritos con el sistema especular, caligafía peculiar de este maestro del Renacimiento que, siendo zurdo, escribía de derecha a izquierda. Los escritos de Leopardo se leían frente a un espejo. Las observaciones que hizo tanto en el arte como en la ciencia tuvieron una importancia crucial no sólo para sus contemporáneos, sino para generaciones posteriores, que pudieron llevar a la práctica sus planteamientos varios siglos después.El códice Hammer es esencialmente un tratado científico cuyo tema principal es el agua. Casi un tercio de los 360 dibujos que lo ilustran está relacionado con la representación de las corrientes acuáticas, sus movimientos y sus efectos. Para Leopardo, el agua fue el elemento principal para la vida, y en el códice Hammer trata también del uso estratégico que puede dársele en la defensa de las ciudades y en la guerra.

Los códices de Madrid pertenecen a la Biblioteca Nacional desde 1830. El códice I se compone de 12 cuadernillos con un total de 192 páginas. Estudia problemas de mecánica, movimiento y peso, así como teorías sobre la gravedad, El códice II no forma una unidad como el anterior. Está compuesto por una serie de cuadernillos de temática y fechas diversas. En ellos se trata de proyectos de fortificaciones, estudios y croquis de aparejos de navegación, apuntes sobre el movimiento de las olas y un esbozo sobre la cuadratura del círculo.