Irán apoya a la oposición shií en Irak
Los 17 presos encarcelados en Kuwait, cuya liberación exigen los secuestradores del avión de Kuwait Airways estacionado desde hace cinco días en el aeropuerto de Teherán, pertenecen a la oposición shii al régimen de Irak, que el presidente Sadam Husein ha conseguido aislar del resto de la población de esa misma confesión, mezclando hábilmente represión y concesiones.
Más de la mitad de los 14 millones de iraquíes son de confesión shii, religión de Estado en Irán desde que el ayatola Jomenini tomó el poder. A pesar de los llamamientos difundidos por el clero iraní alentándoles a sublevarse, los shiíes han permanecido en su mayoría fieles al Gobierno laico.
De los tres movimientos de oposición a Sadam Husein -nacionalistas kurdos, comunistas e integristas shiíes-, estos últimos son ahora los menos influyentes, a pesar de ser los más veteranos en la lucha y gozar de un amplio respaldo iraní.
La Asamblea Suprema para la Revolución Islámica de Irak, que agrupa a los grupos clandestinos iraquíes de inspiración religiosa, dispone de oficinas en Teherán en las que su portavoz declara, con cierta periodicidad, que "varios miles de iraquíes combaten al lado de las fuerzas iraníes contra el Satán de Sadam".