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El endeudamiento de las empresas públicas asciende a 5,3 billones de pesetas y triplica sus recursos propios

La Intervención General del Estado ha identificado 747 empresas en las que existe alguna participación pública estatal, cifra que no incluye a las sociedades de Rumasa (que se pretenden privatizar en los próximos meses) ni a las del sector financiero, en el primer balance consolidado que se ha realizado en España sobre este sector. Del total de empresas públicas mencionadas, 379 cuentan con una participación estatal directa o indirecta de más del 50% de su capital o están sometidas en su actividad a un control político (caso de Telefónica).

En un balance consolidado hecho sobre las 244 empresas más significativas, que según la Intervención General del Estado pueden suponer en conjunto el 95% del nivel de actividad del sector, se ha puesto de manifiesto para el ejercicio de 1983 la dramática situación de las empresas públicas estatales: 406,790 millones de pérdidas (el 11,07% de la producción bruta) y un endeudamiento de 5,3 billones de pesetas (más del triple de sus recursos propios).La voluminosa información recogida responde al objetivo de mejorar las funciones que en el ámbito del control y la contabilidad tiene la Intervención General del Estado, para lo que se ha creado una Central de Información Contable de Empresas Públicas (CICEP). La documentación (estudios sobre el sector público empresarial de los años 1981, 1982 y 1983; relación de empresas no financieras participadas por el sector público estatal, y análisis del sector público empresarial en 1983 y en su evolución en el trienio precedente) fue presentada por el secretario de Estado de Hacienda como un primer paso para un estudio riguroso de la empresa pública y como una foto fija del momento actual de este sector.

Elevados gastos financieros

Según la cuenta de resultados consolidada para 1983, la producción bruta de las empresas públicas se elevó a 3,666 billones de pesetas, con un valor añadido de 1,214 billones, 875.593 millones de gastos de personal y un resultado bruto de explotación cifrado en 338.762 millones. La elevada cifra de pérdidas globales es aun más significativa si se tiene en cuenta que en el grupo existen ocho empresas (CTNE, EMP, Endesa, CAMPSA, Aldeasa, Encasur, Hispanoil y Sepes) cuyas ganancias conjuntas en 1983 alcanzaron 71.000 millones de pesetas.Otro punto digno de mención es la importante cifra de amortizaciones y provisiones (311.297 millones) que en conjunto absorben el 8,48% de la producción, frente a un 4,80% de las empresas privadas. Los gastos financieros (443.220 millones) equivalen al 12,09% de la producción, porcentaje que duplica el que se da en la empresa privada (6,30%).

Destaca, asimismo, el alto volumen de inmovilizaciones, que superan los cuatro billones de pesetas, estando concentradas casi todas ellas en inmovilizado material. Esta partida representa el 57,99% del total activo, lo que viene a confirmar la idea de que las empresas públicas se concentran en actividades para las que se requieren mayores inversiones en infraestructura.

Dentro del activo realizable destacan también por su significación las partidas de existencia y deudores a corto. La suma de ambos epígrafes supera el 30% del total de activo, dato que pudiera ser indicativo de las dificultades que tienen las empresas públicas tanto para colocar su producción como para cobrar a sus clientes una vez que la producción ha sido vendida.

La financiación propia supera la cifra del billón y medio de pesetas (lo que representa un 22,94% del total de activo) siendo de destacar que casi un tercio de estos recursos corresponden a los intereses minoritarios de la Compañía Telefónica Nacional de España.

Por lo que se refiere a la financiación ajena hay que hacer hincapié en que las deudas a medio y largo plazo pasan de tres billones de pesetas, y las deudas a corto plazo superan los dos billones. Cada una de estas partidas, por sí sola, supera ampliamente a la financiación propia de las empresas públicas.

Reducido fondo de maniobra

En cuanto a la estructura financiera, el estudio de la Intervención General del Estado refleja el reducido fondo de maniobra con que trabajan las empresas públicas, que asciende únicamente al 5,76% del total de activo. El ratio de liquidez, definido como la razón entre el activo circulante y el pasivo circulante, alcanza el valor de 1, 18, mientras que el valor más generalmente aceptado como razonable para este ratio oscila entre 1,5 y 2.Hay que señalar, por otra parte, que los recursos permanentes de las empresas públicas permiten financiar totalmente el activo fijo, dejando aún un ligero margen para financiación del activo circulante.

La financiación ajena a largo y medio plazo casi duplica a los recursos propios. Este dato, según la Intervención General del Estado, es congruente con la elevada carga financiera que soportan las empresas públicas y pone en evidencia la apremiante necesidad de una fuerte capitalización para las mismas. Las subvenciones recibidas por las empresas públicas para financiar su déficit de explotación representaron 212.796 millones de pesetas.

El estudio destaca también la cifra de compras netas (1.748.999 millones de pesetas) y los gastos por trabajos, suministros y servicios exteriores, transportes y fletes (en total 624.145 millones) como indicadores de la importante actividad inducida que genera el sector público en otras empresas. Con respecto a los gastos de personal, éstos absorben el 72,10% del valor añadido de las empresas públicas y representan el 23,88% de su producción.

Excluida Telefónica

Para ofrecer una mejor visión del sector público empresarial, la Intervención General del Estado ha confeccionado también unos estados financieros (balance consolidado y cuenta de resulta dos agregada) en los que no se considera a la Compañía Telefónica (un 68,3% de su capital en manos privadas).Excluida Telefónica, se observa que los intereses minoritarios en el sector se reducen en más de medio billón de pesetas, quedan do cifrados en algo más de 60.000 millones. Las aportaciones de capitales públicos quedan cifradas en 751.636 millones.

También se produce un ligero aumento en el fondo de maniobra, a pesar de lo cual la parte de activo circulante financiada con fondos a largo plazo sigue siendo insuficiente.

Con relación a la cuenta de resultados, se aprecia un aumento de las pérdidas en más de 28.000 millones de pesetas, que constituyen el beneficio conjunto obtenido por Telefónica en el citado ejercicio de 1983.

En cuanto a la evolución en el trienio 1981-83 de todo el grupo, incluida Telefónica, cabe destacar la disminución del neto patrimonial en 44.000 millones, al pasar de 954.500 millones a 910.000 millones. Por el contrario, se ha producido un sustancial incremento en el endeuda miento con terceros.

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