Últimos ajustes técnicos al anteproyecto de ley de Sanidad
El anteproyecto de ley general de Sanidad será aprobado, previsiblemente, por el próximo Consejo de Ministros o, a más tardar, por el que se celebrará dentro de dos semanas, según algunas fuentes oficiales. El texto, que es uno de los anteproyectos más debatidos -casi 10 meses- por las fuerzas profesionales y sociales previamente a su discusión en el Parlamento, ha recibido los últimos ajustes técnicos en la Comisión de Subsecretarios, que suele preparar los textos que posteriormente analizan los ministros en sus reuniones en el palacio de la Moncloa.La aprobación de este anteproyecto va a coincidir con la celebración del congreso federal del PSOE, "pero sin tener ninguna relación con el mismo", de acuerdo con la versión dada por responsables de temas sanitarios del partido socialista.
Según las fuentes consultadas, es probable que el texto definitivo del anteproyecto no satisfaga plenamente a todas las partes -colegios profesionales, sindicatos y asociaciones de médicos y comunidades autónomas- a pesar de que se han recogido en el texto muchas de las sugerencias de estos sectores.
Cuando el anteproyecto se encuentra ya, según todos los indicios, en la recta final, se han intensificado las críticas al mismo, sobre todo por parte de los sectores profesionales médicos más corporativistas y conservadores, representados por Ramiro Rivera, presidente de la Organización Médica Colegial (OMC). Rivera ha acusado recientemente al ministro de Sanidad y Consumo, Ernest Lluch, de no haber cumplido los pactos a los que habían llegado tras sus sesiones negociadoras.
Radicalización
Rivera y otros directivos de la Organización Médica Colegial manifestaron la sospecha de que los acuerdos a los que habían llegado en conversaciones con el ministerio, especialmente los referidos a la libre elección de médico y a otros temas de integración de la medicina privada en la medicina pública, no habían sido tenidos en cuenta en la última redacción del borrador.Pero no culparon de esto directamente al ministro, sino al subsecretario, Pedro Sabando, dando a entender con ello que existía un enfrentamiento entre los miembros del equipo que ha elaborado el anteproyecto de ley de Sanidad.
Según un portavoz de la OMC, la posición de los directivos del Consejo General de Colegios de Médicos no ha variado en todo este clima de "relanzamiento de las tensiones", y la OMC "está a la espera de que el ministro nos convoque de nuevo para reanudar las conversaciones".
Coincidiendo con la campaña de la cúpula del corporativismo médico en contra de una ley de Sanidad "que no es la suya", han aparecido informaciones sobre la posibilidad de adoptar el llamado ticket moderador en la asistencia hospitalaria pública. Esto supondría que el beneficiario pagaría de su bolsillo los tres primeros días de estancia en el hospital (unas 50.000 pesetas).
Los ministerios de Sanidad y Hacienda han comunicado públicamente que nunca se ha planteado este tema ni en relación con los actuales planteamientos sanitarios del Gobierno ni con la obtención de recursos económicos.
A la izquierda de las discrepancias en tomo a determinados aspectos del anteproyecto se encuentran los sindicatos UGT y CC OO y la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública. Todos ellos apoyan, con las diferencias específicas de cada agrupación, un texto que defienda un proyecto claro de sanidad pública.
También han expresado sus temores de que, tras las conversaciones de Lluch con Rivera, este concepto de sanidad pública haya quedado desvirtuado en función de determinadas concesiones a la sanidad privada, que conservaría, de esta manera, los privilegios que tiene en la actualidad.
En el centro del conflicto se encuentra el Ministerio de Sanidad, que no ha querido contestar a ninguna de las acusaciones ni recelos manifestados por unos y otros.
Personas con responsabilidad en este ministerio han manifestado que han existido discrepancias de criterios sobre algunos aspectos de la ley, pero en ningún caso han sobrepasado la normal expresión de puntos de vista diferentes. "El proyecto de ley", han dicho, "está listo tras casi 10 meses de conversaciones y negociaciones".
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