España y la RASD
En 1884, una expedición organizada por la Sociedad Española de Africanistas y Colonialistas tomó posesión del territorio del Sahara Occidental fundando dos bases pesqueras, una de las cuales será la futura Villa Cisneros. Atacada ésta por tribus tuaregs, u na expedición militar de castigo mandada por José Chacón dominó la revuelta y restableció la situación. En 1948, Franco concedió rango de provincia española al territorio. En 1965, la ONU pidió a España la retirada, pero en 1968 se descubrieron los ricos yacimientos de fasfatos de Bu Craa y todo siguió igual. En 1975, la presión anexionista de Hassan II se hizo muy fuerte, mientras la ONU, la OUA y el tribunal de La Haya solicitaban un plebiscito sobre la autodeterminación que España prometió hacer pero que nunca llegó a realizarse. En noviembre de 1975, tras la Marcha Verde, el Gobierno Arias decidió e la retirada española tras unas insólitas negociaciones realizadas por el entonces ministro de Trabajo, José Solís, en las que el pueblo saharaui fue repartido como una mercancía entre Marruecos y Mauritania.Ahora, la triste y vergonzante herencia de aquellos despropósitos quiere ignorarse a base de cerrar los ojos. Pero en 1976 se creó la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), bajo el impulso del Polisario, y acaba de conseguir su mayor éxito internacional al ser reconocida como miembro de pleno derecho en la OUA.
Desde 1975, España se halla en deuda con el pueblo saharaui. El reconocimiento formal de la RASD saldaría esa deuda. Lo contrario es condenar al pueblo saharaui a tener que recordar de los españoles, que fueron sus colonizadores, ocupadores militares y explotadores de sus riquezas, que luego les dejaron abandonados e ignorados en manos de unos nuevos colonizadores.-
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