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La reconversión del sector fertilizantes prevé inversiones de 25.000 millones de pesetas

La reconversión del sector fertilizantes, actualmente en período de negociación con patronal y sindicatos, prevé inversiones cercanas a los 25.000 millones de pesetas en nuevas plantas. La reconversión afectará al 15% de la plantilla actual del sector, cifrada en 10.500 trabajadores, para quienes se instrumentará un esquema no traumático basado en jubilaciones anticipadas. Esta reconversión podría ser examinada el próximo 17 de diciembre por la Comisión Delegada para Asuntos Económicos, para pasar inmediatamente después a Consejo de Ministros.

En estos días se negocia aceleradamente con las distintas empresas fabricantes de abonos sobre el verdadero meollo de la reconversión: el número y ubicación de las plantas que deberán ser cerradas para hacer competitivo un sector que, de seguir en el actual estado de cosas y sin las barreras arancelarias, sucumbiría a la competencia de los fabricantes comunitarios.La reconversión se aborda sobre la base del estudio efectuado por la firma Boston Consulting Group, la cual ha trabajado sobre las estimaciones de la demanda prevista para 1990, más una desviación del 10%. La problemática es claramente distinta en cada uno de los subsectores. Así, en abonos nitrogenados, para una capacidad instalada de 957.000 toneladas, se prevé una demanda, sensiblemente igual, de 960.000 toneladas año a la altura de 1990. En este subsector se plantea el cierre de siete plantas, con capacidad para 183.000 toneladas, de forma escalonada hasta 1988.

A causa de que tales plantas son claramente no competitivas, el proyecto reconversor plantea efectuar una inversión en una planta que sería la más moderna de Europa, que sustituiría a las obsoletas y reduciría el coste medio del producto. Actualmente, los abonos nitrogenados de la CEE vienen a resultar, puestos en España, un 6% más baratos que los producidos en suelo español. El acuerdo con la patronal consiste en la construcción de una planta, la de Enfersa radicada en Sagunto, con capacidad para 750 toneladas diarias, que supondrá un ahorro cercano a los 3.000 millones de pesetas. El informe de Boston sugiere, además, efectuar una nueva inversión a finales de la década.

En el subsector de los abonos fosfatados, el problema fundamental es el exceso de oferta, ya que frente a una demanda prevista en 1990 de 560.000 toneladas existe una capacidad instalada de 970.000 toneladas, con exceso, por tanto, de 410.000 toneladas. Por ello, se recomienda proceder al cierre de 12 plantas, por un total de 280.000 toneladas, todas ellas funcionando por el sistema denominado supersimple o SSP, más caro que el supertriple o TSP, utilizado mayoritariamente en Europa. A la vez, la consultora sugiere la conveniencia de efectuar una inversión en una nueva planta de TSP, con una inversión de 3.500 millones de pesetas.

Exceso de oferta

El en subsector de los abonos complejos y granulados existe también un exceso de capacidad instalada, 3.360.000 toneladas, frente a una demanda prevista en 1990 de 2.700.000. La diferencia, 930.000 toneladas, implica el cierre de 10 plantas.Uno de los problemas fundamentales del sector de fertilizantes radica en el amoníaco, nutriente básico de los abonos nitrogenados, producido en España a partir de la nafta, cuyo precio es de 45.000 pesetas tonelada, frente a las 10.000 pesetas tonelada equivalente de gas natural, materia prima utilizada mayoritariamente en la Comunidad Económica Europea para la obtención de amoníaco. La opción de la Administración se orienta a asegurar la producción del 50% de las necesidades de amoníaco en suelo español, mediante la correspondiente subvención -9.721 millones durante este año-, procediendo a importar el 50% restante, además de iniciar la gasificación de las plantas de ERT en Huelva y de Enfersa en Cartagena, mientras que la de Puertollano de Enfersa seguiría utilizando nafta.

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