Las novatadas
El tema de los colegios mayores estatales merece un poco más de atención, a lo que ese diario dedicó un reportaje no hace demasiado tiempo, aunque no tuve ocasión de leer, mas un hijo mío se puso, y me puso, al corriente de su contenido. A pesar de ello, aunque él estaba adecuadamente alertado por aquel relato, no se desanimó y, tras penosas gestiones realizadas, consiguió culminar su ilusión y obtuvo plaza en el colegio mayor Diego de Covarrubias, en la Ciudad Universitaria de Madrid.La experiencia ha sido lamentable. La información que ustedes publicaron se queda corta. Siguen los bravucones campando por sus respetos en un establecimiento pagado con dinero público sólo en parte, porque, por lo menos a mí, no me ha salido gratis ni mucho menos. Es vergonzoso que a estas alturas acontezcan hechos como los que se dan en ese establecimiento, donde no hay más autoridad que la de unos mozos que, noche tras noche, pasan el tiempo "puteando" a los que llaman novatos con mil picardías cuyo detalle vale más bien obviar aquí.
Como mi hijo no se matriculó en la Universidad, en la que parece ser también son educados para el mañana esos bravos veteranos, para el año próximo seguir la costumbre y espabilar a las generaciones venideras de novatos, hizo de nuevo el petate y, junto con otros que como él estiman que el fascismo estudiantil debió ser desterrado, por lo menos, en 1977, ha buscado y encontrado nuevo cobijo donde ha podido emprender el estudio, que para eso fue a la capital. La veteranía y el espabilamiento ya verá de adquirirlos por los adecuados medios, que no por el aprovechamiento de situaciones de dominación. Eso es fascismo, barbarie e incultura.
Los detalles en que me podría extender cabe dejarlos al extenso conocimiento que EL PAIS tiene, quizá todavía más profundo que el mío, provinciano y colonial, tan alejado de ese núcleo cultural donde los estudiantes de colegios mayores estatales se forman de manera tan lamentable. ¡Ah! Y las autoridades, tanto académicas como las otras, siendo enteradas convenientemente, estiman mejor desconocer el problema.-
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.