Las acusaciones de los jueces de Turín

El ministro italiano de Asuntos Exteriores, el democristiano Giulio Andreotti, y el ex ministro socialdemócrata de Finanzas, Mario Tanassi, han sido acusados por los jueces de Turín de varios presuntos delitos y han pedido al Parlamento autorización para que los juzgue el Tribunal Constitucional.En primer lugar, se les acusa de haber nombrado, sin los requisitos necesarios, como responsable de la policía de Finanzas, encargado de la lucha contra el fraude fiscal, al general de carabineros, Raffale Giudice, cuyo nombre no debería haber entrado en la terna propuesta para el nombramiento. Los jueces les consideran responsables de

haber aceptado las recomendaciones hechas a favor de Giudice por el vicario de Roma, el cardenal Ugo Poletti, y por otros personajes

del mundo de las finanzas y de la política. Y les acusan, por último, , de haber recibido dinero para sus respectivos partidos por tal operación ilegal.

El caso es tanto más grave, afirman los jueces, cuanto que, con posterioridad, el general, junto con su adlátere, el general Donato Loprete, efectuó la mayor estafa, en el campo del petróleo, de la historia de la República italiana. En 1974, Andreotti era ministro de Defensa y, por tanto, la persona clave para el nombramiento. Los defensores de Glulio Andreotti complejo. Primero, un juez incrimina al ministro y envía el sumario la presidencia del Parlamento. Ésta lo pasa al tribunal de ministros, tormado por diputados y senadores, que emite un veredicto. En el caso de Andreotti, la comisión se pronunció en agosto de 1982 en favor de archivar el caso. El Parlamento, con voto secreto, decide si acepta o no la decisión. Si opta por la acusación, el caso pasa al Tribunal Constitucional, al que se añaden 16 jueces populares, simples ciudadanos con derecho a voto y elegidos por el Parlamento.