La Guardia Civil tuvo que proteger la retirada de materiales de obras ilegales

Inspectores de la Comunidad de Madrid obligaron ayer, tras mantener violentas discusiones e intercambiar insultos, a los propieta rios de cuatro parcelas rústicas a retirar el material de obra en la finca denominada el Practicante, situada en el término municipal de Camarma de Esteruelas, localidad de 1.300 habitantes situada a 36 kilómetros de Madrid. Los inspectores requirieron la presencia de la Guardia Civil ante la negativa de los vecinos a permitir la entrada en la finca de los tres camiones que debían retirar los pocos ladrillos con los que los propietarios pretendían construir naves para guardar material agrícola."¡Identifiquese!". Con este tono imperativo recibió el abogado de cuatro propietarios de la finca a Arturo Merel, inspector jefe de la Consejería de Ordenación del Territorio y Medio Ambiente de la Comunidad Autónoma, y a sus acompañantes. Los funcionarios, que dijeron representar al Gobierno regional, presentaron sus carnés y la orden oficial para la retirada de los materiales y el precinto de las obras.

Bajo la lluvia y en un descampado rodeado de vallas metálicas y de plantaciones de productos agrícolas, los miembros de la Guardia Civil trataban de proteger a los inspectores de los continuos insultos de los vecinos. "¿Por qué no han empezado, si quieren hacer justicia, por tirar los chalés de 10 millones de pesetas que han construido aquí al lado?", le preguntó una de las propietarias a Merel.

"¡O se calla o se la llevan estos señores!", le espetó el inspector Merel explicó que hace un mes los propietarios habían recibido una orden de paralización de las obras. "Sólo a los que no han respetado las órdenes se les van a clausurar las obras y a retirar el material".

"No viajo con desconocidos"

Los propietarios afirmaron que habían sido avisados de tal medida sólo con unas horas de antelación y que habían pedido las licencias de obra a la comunidad y no se les había respondido. En medio de un clima de tensión y enfrentamiento, los propietarios acordaron sacar voluntariamente los materiales de la obra. La Guardia Civil, inspectores y vecinos se dirigieron andando hasta las parcelas. Una vez en la puerta, los propietarios alegaron no tener las llaves para abrir los candados.

Los inspectores se ofrecieron a llevar a una vecina hasta Alcalá de Heneres, localidad. en la que reside, para que recogiera las llaves.

La señora, que se negó primero a subir en un automóvil alegando que no sabía quién era el conductor y que no estaba dispuesta a "viajar con desconocidos", aceptó después ser transportada en un coche oficial.

Francisco López, de 58 años, recién operado de la garganta y con dificultades para expresarse, dejó a los inspectores que se llevaran los ladrillos, tras insultar repetidamente a Eduardo Mangada, consejero de Ordenación del Territorio y Medio Ambiente. "Es el colmo que sean los socialista los que me quitan lo poco que tengo", dijo López. "Vienen a por los obreros porque saben que no tenemos recursos, y no se atreven con los capitalistas".

Sobre las 20 horas, la intensa lluvia que caía hizo que la retirada de materiales quedara aplazada hasta hoy.