Barrionuevo invita a Amnistía Internacional a visitar sin previo aviso cualquier comisaría

El ministro del Interior, José Barrionuevo, anunció ayer ante la comisión correspondiente del Senado que su departamento vería con agrado que Amnistía Internacional (AI) visite por sorpresa, "en cualquier lugar o momento y sin previo aviso", un cuartel de la Guardia Civil o una comisaría de policía, con objeto de que pueda comprobar que en España no se practica la tortura. Barrionuevo compareció ayer de forma voluntaria en el Senado para responder a las acusaciones de malos tratos formuladas en el informe anual de AI, recientemente presentado en España.

Por espacio de tres horas, el ministro del Interior explicó en el Senado la posición de su departamento sobre el informe de Al, que calificó de "sesgado y falto de equidad", especialmente cuando hace referencia en uno de sus párrafos a los asesinatos de ETA, que han sido definidos como "muertes violentas de motivación política".Barrionuevo denunció la existencia de una campaña intencionada de acoso al Gobierno que, a su juicio, se reproduce todos los años, precisamente cuando se acerca la fecha de la presentación del informe de Al. En este sentido precisó que la campaña, que procede de sectores interesados y próximos a las bandas terroristas, tiene como fin frenar las acciones policiales y disminuir la eficacia de quienes las ejercitan.

El ministro reiteró su defensa de los cuerpos policiales, y para ello se basó en una frase del teórico marxista italiano Antonio Gramsci, recogida en su libro Cartas desde la cárcel, que alude al compromiso de los jefes a estar hasta el final con sus subordinados, "con el riesgo de ser mal interpretado". Según Barrionuevo, "el guardia civil más humilde del País Vasco debe tener la seguridad de que le vamos a defender".

Tras esta introducción, el ministro del Interior pasó a dar lectura de los informes realizados por la Guardia Civil sobre los casos que cita Al de los jóvenes guipuzcoanos Joaquín Olano y José María Olarra. Barrionuevo, en esta ocasión, no quiso asumir el contenido de los informes (no especifican los malos tratos), aunque explicó que corresponde a la justicia adoptar la última palabra, especialmente cuando existen dos versiones contrapuestas.

El ministro del Interior fue preguntado sólo por los representantes de los grupos parlamentarios Socialista, Popular y de Vasco, que coincidieron en agradecerle su presencia voluntaria en la comisión. El senador del PNV Joseba Azkárraga sorprendió a los presentes, ya que se creía que su intervención se iba a convertir en una réplica al ministro, dada la susceptibilidad con que generalmente su partido trata el tema sometido a debate.

Sin embargo, Azkárraga, cuya intervención fue posteriormente saludada por Barrionuevo, dijo que con el Gobierno socialista "algo estaba cambiando", y le reconoció "esfuerzos importantes" en este sentido. Este senador manifestó, sin embargo, que le producía "gran respeto" el informe de Al, y sugirió que se evitaran bazas que pudieran servir de caldo de cultivo a los grupos que se apoyan en la violencia. Reconoció la "profesionalidad" de la mayoría de los miembros de los cuerpos policiales, y propuso la creación de una subcomisión parlamentaria que recopilara información, "no de forma sesgada", sobre estos casos.

El senador conservador José María Escuín fue elogioso con Barrionuevo, especialmente por sus referencias en favor de los cuerpos policiales. Su compañero socialista Juan José Laborda se mostró crítico con Al, organización de la que es socio, y dijo que se trataba de un informe "ingenuo" que no compartía. Calificó de "inaceptable" la definición de los crímenes de ETA como muertes por motivaciones políticas.