Hacienda superará este año sus objetivos de recaudación en los impuestos sobre la renta y de sociedades

El descenso del empleo asalariado y la práctica congelación en las retenciones sobre el capital no impedirán este año a Hacienda cumplir sus objetivos de recaudación para el impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF): 1,38 billones de pesetas. En el tributo sobre sociedades (beneficios o renta de las empresas), el balance será todavía mejor. Por el contrario, fallarán los impuestos indirectos (sobre el consumo), afectados por la exportación, el menor consumo privado y la subida del dólar. El 31 de octubre iban recaudados tres billones de pesetas, de ellos más de la tercera parte procedentes del IRPF

El IRPF había deparado al fisco a finales de de octubre 1.032.654 millones de pesetas. Le faltan durante noviembre y diciembre para cubrir sus objetivos, 250.000 millones. Pero en las primeras semanas de noviembre los bancos tienen que liquidar a Hacienda las retenciones efectuadas por las empresas. Y, en cambio, en diciembre empezarán las devoluciones derivadas de las últimas declaraciones.Con ambos factores, Hacienda espera lograr cuando termine el año un 98,6% de la recaudación prevista ( 1.389.500 millones de pesetas), si bien en términos de derechos reconocidos (ingresos más deudas detectadas por la inspección) el cumplimiento de los objetivos será del 103,9%.

Esto significa que Hacienda conseguirá cubrir los ingresos presupuestados para 1984 y también el desfase del 8,4% sufrido en los de 1983 (97.000 millones). La recaudación efectiva -excluidos los ingresos del País Vasco y la Generalitat de Cataluña- aumentará en unos 320.000 millones de pesetas, casi un 30%.

Por el bache de 1983 y la evolución económica -descenso del empleo asalariado, en lugar del aumento previsto, y subidas en convenio inferiores al 8%-, los responsables de Hacienda temían la pasada primevera quelos ingresos por el IRPF quedarían en poco más de 1,2 billones de pesetas, 150.000 millones por debajo de lo que presupuestado. Pero la realidad confirmará las cifras iniciales, pese a que parece haber fracasado la política de elevar las retenciones sobre las rentas del capital, que durante los nueve primeros meses del año -últimos datos conocidos- apenas han crecido el 1% (hasta 94.810 millones de pesetas), contra un 22,2% en las del trabajo (hasta 696.660 millones).

Sin contar en 1983 ni en 1984 los ingresos que han sido objeto de cesión a las comunidades autónomas (los forales y de Cataluña más otros 85.531 por nuevas cesiones), la recaudación de Hacienda ha crecido durante los diez primeros meses del presente año un 19,6%, hasta los 2.920.942 millones de pesetas.

Beneficios de las empresas

De esta cantidad, más de la tercera parte, en concreto 1.032.654 millones, han correspondido al IRPF, cuya recaudación se ha elevado un 24%. En el impuesto sobre sociedades (renta o beneficios de las empresas), los ingresos han crecido un 13% (hasta 255.588 millones de pesetas) y Hacienda estima que el año terminará con un cumplimiento superior a lo previsto, en un 13,2% si se mide en términos de derechos reconocidos y en un 7,2% si se cuenta sólo la recaudación efectiva. En los impuestos que gravan el capital, van recaudados 18.408 millones, con aumento del 12,1% sobre el año año anterior.

En conjunto, Hacienda espera cumplir durante 1984 entre un (104,2% y un 98,6% (derechos reconocidos y recaudación, respectivamente) el presupuesto de los tributos directos (IRPF, sociedades e impuestos sobre el capital).

Por el contrario, en los impuestos indirectos o sobre el consumo, el previsible incumplimiento será de un 9% en términos de derechos reconocidos y de un 10% si se mide por la recaudación. La recaudación del impuesto sobre tráfico de empresas (cargado en última instancia sobre los consumidores, a través de las ventas) ha crecido un 44,2% durante los diez primeros meses y terminará el año con un 108,8% de cumplimiento en derechos reconocidos y un 91,9% en ingresos efectivos. Han fallado mucho los ingresos por impuestos de aduanas (más que por la recaudación, por las desgravaciones fiscales a la exportación derivadas del aumento de las ventas al exterior). Pero todavía ha sido mayor el bache en la renta de petróleos (el precio de la gasolina se fijó para un dólar a 158 pesetas y superó el pasado mes las 176 pesetas), así como en otros gravámenes de menor importancia.

En cuanto a las tasas y tributos parafiscales, los derechos reconocidos serán un 15,6% inferiores a lo presupuestado y la recaudación un 20% menor.