_
_
_
_
TRIBUNALES

El fiscal pidió la absolución para el guardia civil que mató a tiros a un acróbata alemán

El fiscal militar pidió ayer la absolución para el cabo primero de la Guardia Civil Jacinto Matarraz Benéytez, que en la madrugada del 7 de enero de 1980, cuando se encontraba de centinela en la Dirección General del cuerpo, disparó contra el motorista acróbata alemán Erik Bauer, de 22 años, que circulaba en un coche por dirección prohibida, al que causó heridas graves, de las que falleció a los cinco días en una clínica de Friburgo (República Federal de Alemania).

El consejo de guerra se celebró en el Gobierno Militar de Madrid sin presencia de acusación particular por no existir en la jurisdicción castrense. Matarraz, por tanto, ha sido absuelto, ya que tanto el fiscal como el defensor consideraron que no existía ni delito ni falta en la actuación del entonces guardia civil, posteriormente ascendido a cabo primero. El fiscal había venido manteniendo la acusación no por la existencia de delito, sino por considerar que podría haber habido una falta de cuidado y atención debida en la actuación del guardia. Pero, en su informe, aseguró que Matarraz había obrado con cautela e impelido por su condición de centinela, ya que el vehículo del artista alemán había cometido varias infracciones y un centinela tiene, entre otras misiones, que "evitar los famosos coches suicidas como los que ha habido en Líbano. El fiscal concluyó que Matarraz había actuado con la diligencia que el caso requería.El fiscal, que fue felicitado por el defensor por lo preciso y técnico de su intervención, señaló que el balazo que había alcanzado a Erik Bauer en la cabeza fue de rebote, no un impacto directo, porque el guardia civil disparó a las ruedas del vehículo.

Previamente, durante la lectura del apuntamiento (resumen del contenido del sumario que es leído por el relator), se expusieron varios dictámenes periciales que señalaban que los proyectiles utilizados eran del calibre 9 milímetros parabellum y descartaban la utilización de balas explosivas.

El cabo primero Jacinto Matarraz explicó que ya había visto el coche del súbdito alemán en la calle de Sotomayor desde la garita de la Dirección General. "El coche venía en dirección prohibida y le eché el alto cuatro o cinco veces. En vez de parar vino contra mí. Me refugié detrás de la garita y disparé. Venía a 120 o 130 kilómetros por hora y disparé porque intentaba atropellarme. Si el coche no hubiera venido contra mí, yo no habría disparado jamás.

Pierre Bauer, hermano del acróbata fallecido, que iba en el coche con él en la noche del suceso, después de haber estado en una discoteca, no fue citado como testigo. Pierre Bauer había calificado de "completamente falsa" la versión que de los hechos había facilitado la Guardia Civil y, al día siguiente del incidente, había presentado una denuncia ante la embajada de la República Federal Alemana por la actuación del centinela.

El hermano de Erik Bauer dijo en su día que ellos no conocían Madrid y que se habían perdido intentando buscar el paseo de la Castellana o la calle de Goya. No vimos ningún guardia ni nadie nos dio la señal de alto Erik giró varias veces a derecha e izquierda. Es posible que fuéramos ligeramente más rápido de lo normal e incluso que en el momento de los disparos nos hubiéramos metido por dirección prohibida sin darnos cuenta. Erik dijo 'mierda, me he vuelto a equivocar' e inmediamente después sonaron los disparos. Entre un taxista y yo llevamos a mi hermano a un hospital. Los guardias nos precedieron y siguieron a corta distancia. En el hospital los guardias nos dijeron en repetidas ocasiones que había sido un error, que estaban consternados".

Pierre Bauer negó rotundamente que intentaran atropellar al guardia y que condujeran de forma temeraria colisionando con varios vehículos aparcados. "Se nos pretende hacer pasar por dos gamberros cuando la realidad es completamente distinta. Era una celebración familiar de un gran triunfo". A Erik Bauer le habían concedido la noche de Reyes, horas antes de que ocurrieran los hechos, dos oscars en el Festival Mundial del Circo, que se celebraba en Madrid esa Navidad.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_