Los cosmonautas del 'Discovery' culminan con éxito la primera operación de rescate de un satélite en el espacio
Cuatro días después de su lanzamiento desde cabo Cañaveral (Florida), los cinco cosmonautas del transbordador espacial norteamericano Discovery realizaron ayer con éxito la primera operación de rescate de un satélite en el espacio, una maniobra espectacular seguida con atención tanto por los técnicos como por las compañías de seguros que han contratado la operación. Las compañías esperan recuperar de esta forma parte de las elevadas cantidades que han debido pagar por la pérdida de dos satélites, el Palapa B2 y el Westar 6.
Ambos satélites quedaron inservibles el pasado mes de febrero al situarse en órbitas inadecuadas para las comunicaciones. Los astronautas encontraron dificultades en la última fase de la operación de rescate, que superaron recurriendo a la manipulación manual del satélite para fijarlo en la bodega de carga.Esta operación de recuperación del satélite indonesio Palapa B2, que tenía una duración prevista de seis horas, comenzó a las 14.15 (hora peninsular) con la apertura de la puerta posterior de la cubierta inferior del Discovery, lo que permitió a los astronautas Joe Allen y Dale Gardner pasar a la bodega de carga del transbordador, que permanecía con las puertas abiertas, a través del SAS, compartimento de despresurización.
Poco antes, el comandante de la nave, Frederick Hauck, y el copiloto, David Walker, habían conseguido aparcar el transbordador a sólo 11 metros del satélite, que tiene un peso de 573 kilogramos, con lo que concluían las operaciones de aproximación que comenzaron el pasado viernes. La nave y el satélite viajaban a 28.000 kilómetros por hora en una órbita elíptica cuya mayor distancia a la Tierra eran aproximadamente 372- kilómetros y la menor, 348 kilómetros.
Los astronautas, vestidos con trajes blancos y escafandras, se arrastraron por el estrecho túnel de la compuerta y posteriormente se sujetaron a unos raíles especiales en la bodega de carga. Allen se puso entonces la unidad individual de maniobra y la probó antes de soltarse y comenzar su paseo por el espacio libre. Gardner permaneció en la bodega del transbordador para preparar el anclaje del satélite, y ayudar a Allen a fijarlo para el viaje de vuelta a la Tierra.
En este momento comenzaron los problemas, ya que Gardner encontró dificultades para montar una parte de la estructura que debía sujetarse al satélite para permitir darle la vuelta y anclarlo. El centro de control empezó a estudiar el problema desde Tierra.
Tambor brillante
A las 15.39, hora peninsular, con cierto adelanto sobre el horario previsto, Allen, con su mochila espacial, insertó al primer intento su stinger, especie de arpón de que va provisto el instrumento especial que portaba, en el tubo de escape del motor booster del satélite Palapa B2. El stinger quedó sujeto al satélite mediante un mecanismo de muelle. El satélite apareció en las cámaras de televisión como un gran tambor, brillante por efecto de los rayos del sol, que giraba lentamente.Mediante la utilización de los pequeños reactores de su unidad de maniobra individual, Allen frenó seguidamente la rotación del satélite para permitir a su compañera Anna Fisher pescar el conjunto astronauta- satélite por medio del brazo articulado situado en la bodega del Discovery, desde cuya cabina lo mane jaba por control remoto. El brazo, que dispone de una cámara de televisión en su extremo, pescó el satélite y el astronauta a las 15.50, hora peninsular, sin problema alguno y en un tiempo muy breve.
Se completaba así la primera fase de la primera recuperación comercial de un satélite en el espacio. La segunda fase consistía en fijar el Palapa B2 sobre un anclaje especial situado en la bodega de carga. Las dificultades encontradas por Gardner en la fijación de una pieza hicieron que se suspendiera la operación mientras el control de tierra estudiaba el problema.
Los astronautas debían montar un andamio especial sobre el satélite que permitiera darle la vuelta con el brazo robot, y extraer el stinger que había servido para cogerlo. Posteriormente debían plegar la gran antena de que iba provisto, y quitarle este andamio para anclarlo definitivamente en la bodega de carga.
Dificultades
Al no poder realizar la primera operación de esta segunda fase como estaba previsto, Allen y Gardner pasaron al plan de emergencia, consistente en prescindir del brazo articulado y agarrar el satélite manualmente para impedir que se escapara mientras se procedía al anclaje.Según el programa original del vuelo, el próximo miércoles la tripulación del Discovery debe intentar recuperar un segundo satélite, el Westar 6, con el objeto de transportar ambos de vuelta. a la Tierra para ser reparados y vueltos a utilizar.
Un consorcio de compañías de seguros ha pagado 5,5 millones de dólares (935 millones de pesetas) a la agencia espacial norteamericana por el trabajo de rescate, esperando recuperar así una parte de los 180 millones de dólares que debió pagar a sus antiguos propietarios, el Gobierno indonesio y una compañía estadounidense.
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