El asunto Flick en Alemania

Alemania Occidental lleva 16 meses viviendo la prueba de los pagos políticos a altos cargos, que esta semana se ha dirigido a su objetivo lógico, Helmut Kohl. El canciller se ha visto obligado a asegurar ante sus compatriotas: "No tengo nada que ocultar. Tengo buena conciencia en todo este asunto. La RFA no está en venta". ( ... ) El golpe más duro que ha recibido Kohl fue la dimisión de Rainer Barzel como presidente democristiano del Bundestag, después de haber reconocido que había aceptado más de 700.000 dólares de Flick en circunstancias dudosas. Con ello, el escándalo se convirtió no sólo en una amenaza para la coalición conservadora gobernante, sino también para todo el sistema político. Como dijo Alfred Dregger, portavoz democristiano en el Bundestag: "Debe preocuparnos ahora el futuro del sistema democrático en la RFA".Esta semana, Koh1 debe aparecer ante la comisión investigadora para declarar acerca de los 223.000 dólares que admitió haber recibido durante seis años de Flick.( ... ) Nadie duda que Kohl entregara dichas cantidades a su partido, y tampoco que prometiese favores políticos a cambio de estos donativos. ( ... )

En la RFA han acuñado una nueva palabra, geflickt, que significa haber sido tocado por la generosidad de dicha empresa. Los jóvenes parecen especialmente impresionados. Según Andreas Reniz, un estudiante de 26 años de Múnich, "se ha roto la confianza en la democracia". En una emisión de radio, un locutor afirmó: "En las próximas elecciones votaré por Flick para canciller. Después de todo, el hombre que tiene el poder debe ocupar el cargo". ( ... )

Los partidos que nunca recibieron dinero de Flick, los verdes, que se llaman a sí mismos "el partido antipartido", parecen haberse beneficiado. ( ... )

, 11 de noviembre