_
_
_
_
Entrevista:

Carlos Romero: "Algunos sectores de la Comunidad Económica Europea quieren ir a por todas"

Andrés Ortega

Pregunta. En las negociaciones de adhesión a la CEE, el Ministerio de Agricultura parece mantener una posición más dura que otros departamentos.Respuesta. Me sorprende esa interpretación. Lógicamente, el tema agrario y pesquero constituye casi todo en las negociaciones de adhesión. Es un componente tremendo. No hay una postura diferente a la que pueda haber en términos de Gobierno. De verdad. Lo que pasa es que es un sector de una gran complejidad, que afecta a mucha gente y regiones de un modo desigual, y que tiene consecuencias. no sólo inmediatas, sino ' mucho más largas. Por otro lado, es normal que la consideración económica de este tipo de procesos vaya más despacio y con más precisión que las palabras políticas.

'Este Gobierno no tiene complejos con Europa'

P. Como ministro, ¿hay algunos límites que no está dispuesto a sobrepasar?

R. Primero, soy ministro de este Gobierno, y bastante después, soy ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación. El Gobierno determina hasta dónde se llega o no se llega... Y este Gobierno no tiene complejos con sus colegas europeos.

P. ¿Se puede negociar o cerrar capítulos mientras no estén todos los temas sobre la mesa, mientras falte, por ejemplo, el vino?

R. Estamos, negociando. Una cosa es que España plantee el tema de la globalidad en el capítulo agrícola y en otros capítulos, y otra cosa es decir que estemos parados. Lo que pasa es que. la dificultad para cerrar algunos temas depende del tratamiento para otros temas. Lo importante es tener establecida una situación de horquillas -al menos, algunas horquillas mínimas-. En vino, comprendemos el tremendo problema de excedentes que tiene la Comunidad, y que nosotros también tenemos, pero queremos que la regla de juego para medir ese tipo de ajuste no pille muy desfasadas a las características de los productores españoles. Si Francia e Italia se ponen de acuerdo deberíamos incluir dentro de es o el que el sector español se caracteriza por cosas diferentes. Porque tiene rendimientos menores; para nosotros no es igual que se mida por superficie o por rendimientos. El resultado en vino es importante, igual. que en aceite de oliva, capítulos de cierre junto con la solución que nos puedan dar al sector de cítricos, absolutamente beligerante. para el Gobierno en el sentido de que tenemos que encontrar una fórmula que rompa el principio de la sensibilidad.

P. ¿Desde el primer día de la adhesión?

R. Si.

P. ¿España ha aceptado una integración en dos etapas de su sector hortofrutícola?

R. No es más que el sistema de un tratamiento especial máximo de cuatro años, en tanto se introducen determinados sistemas de organización y de precios de referencia que, lógicamente, el mercado español no tiene, y que desde el momento que pueda verificarse que un producto u otro tiene un sistema de funcionamiento de mercado con su organización de precios y de agrupaciones agrarias, automáticamente ese producto debería estar en otro sistema diferente. Cabe todavía la posibilidad, además de eso, de una apertura de mercados en términos cuantitativos.

P. Pero, al final de los cuatro años, la verificación es automática. ¿No quiere decir esto que es un planteamiento político, especialmente de política electoral francesa?

R. Los sectores que temen una competencia de productos españoles, igual que nosotros de productos comunitarios, deben establecer de algún modo algunos mecanismos de protección de carácter temporal. Todo Gobierno tiene que tener en cuenta las propias opiniones e influencias de los sectores.

La Comunidad está hecha de compromisos. Ellos intentan llevarnos al tema de. los formalismos. Nosotros les intentamos llevar al tema de las realidades. Es como un juego en el cual no se quitan fichas de una, posición o de otra, en tanto realmente no se tenga un horizonte de qué parte del palo se queda uno. Es así de realista... Y se complica porque no se negocia con un pais.

'Hay sectores que pueden tener más dificultades'P. ¿Hubo acuerdo con Francia en la reunión de Barcelona?

R. Tuvimos una discusión muy dura en temas agrícolas con toda la delegación francesa, que había estrechado filas. Estábamos de acuerdo en algunos principios y en algún producto. En lo demás, ni nosotros ni ellos se pueden comprometer. Pero el encuentro sirvió para hablar, claro y contrastar y tener cierto apoyo de ellos con respecto a otros países para algunos productos que les afectan menos a los franceses. Pero a Francia le afecta casi todo, pues tiene una agricultura tremenda.

P. Francia ha dicho que las demandas españolas en productos continentales eran excesivas.

R. Eso descubre el efecto contrario. Que tienen unas posibilidades de competencia en el mercado español mucho más grande que las que tienen los españoles en el mercado comunitario, pues afecta a más de un 50% de la producción española. Por ejemplo, el sector lácteo nos crea un problema tremendo en determinadas regiones. Es un tema básico. Podemos jugar con una etapa o un período transitorio muy, muy largo, y con unas compensaciones estructurales muy sólidas. Mientras, para otros sectores de menor sensibilidad, se puede pensar en un tiempo equivalente al de las frutas y hortalizas, o menor. Y hay que ver qué sistema utilizamos para esta protección -montantes compensatorios, contingentes o bajance- y, luego, quién hace la evaluación.

P. ¿Sabe usted ya cómo será el tratado final de adhesión?

R. Eso no lo sabe nadie. Tenemos una idea de lo que podría ser un tratado razonable, teniendo en cuenta la realidad de los Estados miembros. Lo que pasa es que en estos momentos las posturas defensivas en algunos sectores de la Comunidad son muy fuertes. Quieren ir a por todas, mientras que el reflejo de aquellos sectores que ya han asumido el tema español, y que esperan tener ventajas, está menos presente hasta ahora en la opinión pública europea. Tenemos una idea aproximada de cuál puede ser la terminación, aunque nos puede inquietar cómo quede al final el tema de la reducción de los aranceles. No lo tenemos claro. Y va unido al tema agrícola. O el tema definitivo del aceite, en el que no vamos a contestar antes del miércoles, pues nos interesa que la Comunidad nos determine algunos gestos en otros sectores y porque, además, el tema del vino la Comunidad ha sido incapaz de sacarlo adelante.

P. ¿Cree usted que se puede acabar la negociación con temas abiertos sin resolver?

R. Depende en qué condiciones.

(Pero Romero no quiere ser más preciso, "pues, de otro modo, entramos sin cerrar la mitad".)

'La flota española' produce un gran temorP. ¿En materia de pesca es posible el acuerdo?

R. Empezamos a tener una flexibilidad y una posibilidad de acuerdo en lo referente a la pesca española en aguas de países terceros. Podemos avanzar rápido, lo cual permitiría avanzar en el tema de la fijación de barcos, capturas o licencias. Y sólo quedaría como gran problema el del período transitorio... Estaremos en condiciones de avanzar rápidamente si quitamos el miedo que tienen algunos países a España y el miedo de las multas o sanciones de enteayer por parte de la Comisión contra siete países miembros por haber incumplido las normas de la Europa azul.

P. ¿Es posible modificar el estado actual y que España pesque más en aguas comunitarias?

R. Yo tengo mis fórmulas. Es posible tener una presencia representativa en cantidad. Es posible. Lo que hay es un problema psicológico. El pesquero es un sector poco informado y España produce un gran temor en muchos países.

P. ¿La integración obliga a una reconversión importante de la flota española?

R. Por la adhesión a la Comunidad en sí misma, no. Tenemos una necesidad de renovar y ajustar una flota muy envejecida... Pero nos afectan mucho más las necesidades conjuntas de la flota. El ajuste a que nos obliga en número de barcos el acuerdo con Marruecos es mucho más fuerte que el comunitario.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_