Tratados como terroristas

Para José Antonio Sanz Grasa, abogado de los Corella, lo ocurrido en las dependencias policiales de la Puerta del Sol hace un año es "un ejemplo de la frecuente y aberrante aplicación de la legislación antiterrorista a pequeños delincuentes comunes". Y aunque Sanz Grasa sabe que la desaparición de El Nani sólo puede esclarecerse con su reaparición o el hallazgo del cadáver, y aunque también sabe que es muy posible que nunca ocurra alguna de las dos cosas, el abogado estima que puede probar la existencia de torturas a Ángel Manzano e ilegalidad de la detención de cuatro mujeres.Según los vecinos que presenciaron la detención, Corella fue capturado a la una de la tarde. Manzano dice haberle visto en Jefatura hacia las cuatro y cuarto de la tarde. Y sin embargo, en el informe de la Jefatura Superior de Policía de Madrid sobre estos hechos se dice que Corella fue presentado en la Brigada Regional de Policía Judicial algo más tarde de las seis de la tarde. Una hora después fue enviado un télex al ministro del Interior solicitando la incomunicación de Corella, Soledad y Manzano, por pertenecer a "una banda organizada y armada". En el télex, en contra de lo que realmente ocurrió, se asegura que no han sido efectuados registros domiciliarios. El ministro no tardó ni media hora en conceder la incomunicación solicitada, esto es, la aplicación de la ley antiterrorista de 1980.

Un parte de los médicos de guardia en la Puerta del Sol, fechado a las 18.50 horas del 12 de noviembre, dice que Santiago Corella presentaba "erosiones en ambas axilas; contusión pectoral izquierda; contusión región lumbar; erosión pierna derecha; contusión epigástrica; herida segundo dedo mano derecha; equimosis brazo mismo lado, cara dorsal; erosiones en ambas muñecas". Las lesiones, dice la policía, fueron producidas "como consecuencia de la resistencia que ofreció a la detención, media hora antes".

Por otra parte, oficialmente nunca ha existido la detención durante casi tres días de Paloma, Inmaculada y Lourdes, las tres hermanas de Corella, y de la esposa de Manzano. Las cuatro estuvieron totalmente incomunicadas ese tiempo y fueron liberadas en la madrugada del día 15, sin que la autoridad judicial tuviera constancia de nada de ello.