González contestará en el Congreso las acusaciones contra su partido
Fuentes de la Moncloa señalaron ayer que el presidente González se encuentra "indignado" por la información acerca de los fondos llegados a España procedentes del consorcio Flick, y advirtieron que "responderá adecuadamente" en el Parlamento la semana próxima, cuando el Grupo Popular presente la correspondiente pregunta. Hasta entonces, añadieron estos medios, Felipe González guardará silencio.Responsables de la administración de varios partidos, entre ellos el tesorero socialista, Emilio Alonso, insistieron ayer en la necesidad de que sea aprobada urgentemente una ley sobre control de las finanzas de los partidos políticos.
Alonso insistió ayer en el desmentido acerca de la presunta desviación al PSOE de fondos ilegales procedentes del consorcio Flick, así como en la inexistencia de cualquier ayuda económica exterior. Sin embargo, dijo desconocer si, en la etapa anterior a que él se hiciese cargo de la tesorería socialista, tales ayudas habían o no existido.
Por su parte, Carmen García Bloise, antecesora de Alonso en el cargo, aseguró desconocer la cuantía de estas hipotéticas ayudas exteriores, alegando que el encargado de tales temas sería, en todo caso, Eduardo López Albizu.
La financiación de partidos políticos españoles a través de fondos extranjeros ha sido algo relativamente corriente hasta 1978, según admiten privadamente responsables de diversas formaciones.
Hitos importantes en este proceso de ayudas fueron la decisión de la Internacional Socialista de reconocer oficialmente al PSOE renovado frente al histórico de Rodolfo Llopis, el 6 de enero de 1974, y la entrega, en mayo de 1977, de un cheque, por cantidad desconocida, procedente de los fondos de la fundación democristiana alemana Konrad Adenauer y destinado a "ayudar a la consolidación" de la naciente Unión de Centro Democrático.
La primera decisión supuso que la Internacional Socialista y, más en concreto, el SPD alemán, iba a volcar su ayuda de todo tipo en el PSOE, que acababa de separarse de los históricos de Llopis. El que fuera ministro alemán de Hacienda, Hans Matthoeffer, inicialmente vinculado al escándalo Flick, jugó un papel destacado en la decisión de apoyar a los hombres de Felipe González.
Hasta entonces, tanto el veterano Llopis -muy conectado con la fracción masónica de la Internacional Socialista- como el pequeño Partido Socialista del Interior, de Enrique Tierno y Raúl Morodo, estos últimos directamente vía la fundación socialdemócrata Friedrich Ebert, se habían beneficiado de fondos políticos y sindicales alemanes. El PSI (luego PSP) recibió también, supuestamente, fondos procedentes de Libia.
El cheque destinado a UCD, entregado personalmente a través de Fernando Álvarez de Miranda -hoy presidente de la democristiana Fundación Humanismo y Democracia, fuertemente ligada al Partido Demócrata Popular de Óscar Alzaga-, hizo que muchas miradas se fijasen en las ayudas internacionales democristianas -alemanas y venezolanas- a sus correligionarios españoles.
Pero, desde entonces, cualquier ayuda del CDU alemán y, más aun, de la Fundación Adenauer, ha sido desmentida. Bernard Hagemeier, responsable de la Konrad Adenauer en Madrid, recalcó que las leyes alemanas prohíben tajantemente tal tipo de desviación de fondos.
También Manuel Fraga desmintió ayer haber recibido ayudas de la fundación Hans Seidel, vinculada al derechista partido socialcristiano bávaro CSU. La fundación liberal Friedrich Naumann, dependiente del FDP, ha repartido igualmente ayudas entre las diversas formaciones correligionarias españolas.
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