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Unas complejas relaciones de vecindad

Serra propone que Bazán construya la futura flota de guerra marroquí

Carlos Yárnoz

Uno de los principales resultados de la reciente visita a Marruecos del ministro de Defensa, Narcís Serra, ha sido la oferta al país vecino de que en los astilleros de la Empresa Nacional Bazán se construyan las unidades de la futura Armada marroquí, hoy prácticamente inexistente. El ofrecimiento se ha hecho en un momento en que ambos países parecen dispuestos a colaborar en el área militar, pero también supone la continuación de una política tendente a aumentar las ventas de armas al país vecino, que en los últimos tres años han sido superiores a los 15.000 millones de pesetas.Precisamente la fuerza naval marroquí es el verdadero punto flaco de la defensa del país vecino. Todo su potencial se resume la corbeta Coronel Al Rahmani y a cuatro lanchas rápidas, si bien los cinco barcos llevan misiles antibuque Exocet. Tanto la corbeta, actual buque-insignia de la Armada Real marroquí, como las lanchas -valoradas en 5.000 millones de pesetas y bautizadas con los nombres de Katabi, Boutouba, El Kharti y Azougghgar- han sido fabricadas también por Bazán en los últimos dos años. Serra anunció que el país vecino adquirirá más lanchas de este tipo.

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El principal interés de Marruecos en contar con una Marina de peso reside en la necesidad de participar en el control del Estrecho de Gibraltar, mantenido en la actualidad, prácticamente en exclusiva, por EE UU y Gran Bretaña y, sólo en una pequeña parte, por España y Francia. Por eso, el máximo objetivo de los marinos marroquíes consiste en la adquisición de fragatas FFG como las que ahora se construyen, bajo licencia estadounidense, en Ferrol. Estas fragatas llevan a bordo helicópteros Lamps -5.000 millones de pesetas cada uno-, considerados como el sistema antisubmarino más avanzado en el mundo.

Igualmente, Marruecos necesita contar con un potencial naval para impedir el suministro de armas, por vía marítima, al Frente Polisario, que utiliza el puerto de Guera y, según algunas informaciones, otro puerto mauritano.

Ventajas estratégicas

Probablemente, EE UU no pondrá inconvenientes a la operación de posible venta de FFG a Marruecos, como no puso cuando España solicitó permiso para vender la corbeta, equipada con tecnología made in USA. Pero existen dudas sobre la capacidad de Marruecos para comprar sistemas tan caros. En 1983, Marruecos no cumplió algunos plazos de pago de las lanchas y de la corbeta, y las deudas acumuladas alcanzaron los 27 millones de dólares.El presupuesto marroquí de defensa, según el Balance Militar 1983-1984, superó ligeramente en 1982 los 200.000 millones de pesetas, cifra cercana al 9% del pruducto nacional bruto. Sólo en los esfuerzos por controlar al Frente Polisario, se estima que Marruecos gasta más de 300 millones de pesetas diariamente.

Sin embargo, las ventajas para España de una operación de esas características son, tanto según los directivos de la industria afectada como los estrategas consultados, evidentes. Para los primeros, el posible programa puede paliar la grave crisis de Bazán -el pasado año perdió más de 8.000 millones de pesetas- y, para los segundos, siempre es positivo vender material avanzado a un potencial enemigo, ya que el suministrador podrá controlar mejor los sistemas del comprador y sus repuestos.

La colaboración armamentística con Marruecos tiene claros antecedentes en la década anterior. Los suministros de armas comenzaron en 1976 y 1977. Marruecos adquirió en España vehículos Land Rover, -sólo en marzo del 1977 se vendieron 240 vehículos por 2.00 dólares-, cañones sin retroceso, morteros, y pistolas. Los suministros han continuado y, durante 1982, se exportaron 1.653 millones de pesetas en munición y cañones, 1.291 millones en morteros, 453 en unidades navales y 300 en explosivos. Los últimos envíos no se han realizado directamente a Marruecos, como dijo el propio Serra, sino, a través de Arabia Saudí, en una operación hecha por la empresa Alkántara.

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Sobre la firma

Carlos Yárnoz
Llegó a EL PAÍS en 1983 y ha sido jefe de Política, subdirector, corresponsal en Bruselas y París y Defensor del lector entre 2019 y 2023. El periodismo y Europa son sus prioridades. Como es periodista, siempre ha defendido a los lectores.

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