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Polonia reacciona con calma frente a la muerte del sacerdote

Juan Pablo II pide paz para su patria y oraciones por el clérigo asesinado

ENVIADO ESPECIALEl papa Juan Pablo II pidó ayer "paz para Polonia" en su intervención dominical de la plaza de San Pedro, tras el rezo del Ángelus, y rogó al mundo que continúe rezando por el sacerdote polaco Jerzy Popieluszko. Del mismo modo, en una misa celebrada por el obispo de Breslavia en la iglesia romana de San Estanislao de los Polacos, se evitó cualquier referencia al hecho de que, según informaciones oficiales procedentes de Varsovia, Popieluszko ha sido asesinado.

"Estamos rezando por lerzy Popieluszko", dijo el Papa, "y agradecemos las oraciones ole todos los que rezan por él, sea en Roma, Italia o todo el mundo, para que se unan a nuestras preces por el suceso". "Pedimos a Dios que dé la paz a nuestra patria", prosiguió el Pontífice, "y pedimos que este nuevo sufrimiento sirva para la renovación espiritual de nuestra nación".

E1 Papa polaco pronunció, como hace habitualmente, un su idioma natal parte del saludo dominical que dirigió a los peregrinos congregados ante el Vaticano para rezar el Ángelus. Entre éstos, y como ocurre también cada domingo, había un número apreciable de polacos, tanto residentes en Roma como transeúntes que se encuentran de turismo. Por otra parte, el Papa ofreció la misa que celebró ayer en su capilla privada por el sacerdote Popieluszko.

Un sector de la comunidad polaca residente en Roma se reunió, entre tanto, en la iglesia de San Estanislao de los Polacos, donde, con pancartas de Solidaridad como telón de fondo, el arzobispo de Breslavia, Henryk Gulbinowicz, celebró una misa en la que se refirió al "inhumano secuestro", del padre Popieluszko. El arzobispo destacó que el sacerdote desaparecido en Polonia ha luchado por todos los polacos y por su cultura, basada en el Evangelio, que, dijo, ha sido reflejada por el sindicato Solidaridad.

Siguiendo el ejemplo de Juan Pablo II, Gulbinowicz no afirmó en ningún momento que el padre Popieluszko haya sido asesinado, lo que parece sugerir que la jerarquía católica se resiste a aceptar ese desenlace fatal del secuestro mientras no dispongan de alguna prueba fehaciente.

E1 Papa, que durante la tarde del sábado discutió la reforma de la liturgia con una comisión de obispos reunidos en el Vaticano, no pudo ver los telediarios italianos de la noche, que informaron que Varsovia había anunciado oficialmente el asesinato de Popieluszko. Sus secretarios privados comunicaron inmediatamente la noticia a Juan Pablo II, quien se retiró a su capilla para rezar durante varios minutos.

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La radio vaticana se limitó a reproducir las noticias de agencias y, en general, trató someramente el desenlace oficial del caso. Cuando se produjo el secuestro de Popieluszko, el 19 de octubre pasado, el Papa no se dio oficialmente por enterado hasta que el arzobispado de Varsovia publicó una ilota oficial dando cuenta del suceso.

Diversos políticos italianos han destacado, por su parte, las analogías entre el asesinato del socialista Giacomo Matteotti, ocurrido hace 60 años, y el del sacedote polaco. Giacomo Matteotti, diputado en 1919 por el Partido Socialista Unitario, del que llegó a ser secretario en 1924, se destacó por su lucha implacable contra el fascismo, hasta que fue secuestrado y asesinado por un grupo fascista en junio del último año citado.

Para el presidente del grupo parlamentario del PSDI, Alexander Reggiani, el caso del sacedote polaco muestra "cómo la lógica del asesinato de Estado es común a las dictaduras de cualquier signo". El mismo ejemplo ha sido recordado por el miembro de la ejecutiva del PSI Vicenzo Balzamo.

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