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CORRUPCIÓN POLÍTICA EN LA RFA

Veinte años de escándalos

Los escándalos políticos, de diversa índole, han marcado la vida pública en la República Federal de Alemania (RFA) durante 20 años. Así, el 23 de enero de 1969, Eugen Gesternmaier, presidente del Bundestag (Cámara baja del Parlamento) desde, noviembre de 1954, anunciaba su dimisión a consecuencia de una controversia suscitada en torno a su posible aceptación en marzo del año anterior de una cantidad compensatoria obtenida al amparo de una ley de restitución que beneficiaba a los funcionarios que, durante el régimen nazi, habían sido desposeídos de sus puestos de trabajo.En mayo de 1974, dimitía el canciller (jefe de Gobierno) Willy Brandt a raíz del paso al Este del agente Günter Guillaume, secretario y uno de los jefes de su Gabinete. Poco después, saltarían a la luz pública las implicaciones del asunto Lockheed en Alemania Occidental y sus salpicaduras alcanzaron a la mayoría de los políticos, especialmente al democristiano Franz Josef Strauss, quien había ocupado la cartera de Defensa en la década de los sesenta.

En el año 1977, se revelaron varios casos de espionaje telefónico, de los que fueron víctimas, entre otros, el científico nuclear Klaus Robert Traube y el presidente de la asociación de controladores de vuelo, Wolfgang Kassebohm.

Uno de los consorcios industriales que más frecuentemente ha aparecido relacionado con estos escándalos es el holding Flick. Friedrich Flick, ya fallecido, fue condenado en el proceso de Nüremberg por crímenes de guerra, delitos contra la humanidad y explotación de mano de obra extranjera.

El escándalo Flick, que ha alcanzado a gran parte de los partidos alemanes, se resume en la entrega de grandes sumas de dinero a hombres públicos para obtener un trato fiscal de favor.

Las acusaciones de corrupción han implicado a personajes tan conocidos de la política alemana como Strauss; el líder socialdemócrata Hans Jochen Vogel; Hans Matthoefer, ex ministro socialdemócrata de Hacienda; el ministro de Asuntos Exteriores, Hans-Dietrich Genscher, y el propio canciller Helmut Khol. La dimisión de Otto Lambsdorff como ministro de Economía, en junio del presente año, constituye el episodio de mayor trascendencia en el caso de los sobornos del grupo Flick.

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