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EL DEBATE SOBRE EL 'ESTADO DE LA NACIÓN'

Los portavoces de la Minoría a Catalana y del PNV aceptan el diálogo para un acuerdo sobre la permanencia de España en la OTAN

Miquel Roca y Marcos Vizcaya, portavoces de las minorías nacionalistas catalana y vasca, respectivamente, aceptaron ayer el diálogo con el Gobierno en torno a los diez puntos anunciados por Felipe González sobre la permanencia de España en la OTAN y la seguridad nacional. La intervención de Roca, que acaparó las mayores dosis de expectación en el segundo día del debate sobre el estado de la nación, se desvinculó por completo de los intereses específicamente catalanes, para tratar de convertirse en una alternativa al Gobierno socialista.

El propio Felipe González admitió que el discurso del líder reformista, moderado en su forma y en su fondo, venía a ocupar un espacio político dejado "estrepitosamente abierto por otras intervenciones anteriores", en clara referencia al discurso pronunciado el martes por Manuel Fraga.Tanto Roca como el diputado del PNV Marcos Vizcaya propusieron, asimismo, un diálogo sobre temas autonómicos para lograr un pacto, idea que fue plenamente aceptada por el presidente González. Marcos Vizcaya, tras una descripción sumamente pesimista del estado en que se encuentra el desarrollo autonómico, invitó a González a "buscar juntos" una solución. La jornada de ayer se completó con una intervención del portavoz centrista, Luis Ortiz, que atacó duramente, en la línea del discurso de Fraga, la política gubernamental. Ortiz fue despectivamente respondido por el presidente, quien le acusó de estar ya prácticamente inscrito en Alianza Popular, algo que negó el centrista.

Miquel Roca centró su discurso en cuatro puntos fundamentales: economía, inseguridad ciudadana, financiación de las comunidades autónomas y política exterior. Roca ofreció en materia económica soluciones distintas a las que emplea el Gobierno, y en cuanto a la OTAN dijo: "Quiero empezar por felicitarle; porque rectificar requiere coraje, y ayer usted tuvo el coraje de rectificar anteriores posiciones. Y este coraje que valoro me impide éticamente intentar sacar de ello ningún tipo de provecho partidista".

Reprochó Roca a González que en la comunicación del Gobierno a la Cámara no figurara el tema de la OTAN, que requiere reflexión y estudio, y expresó su temor de que algunos observadores interpreten que la inclusión del tema pretenda diluir la trascendencia de otras cuestiones como el paro, la seguridad ciudadana y las pensiones. El líder catalanista avanzó la aceptación del diálogo sobre la OTAN, que supone decir sí a la adhesión al Tratado de Washington.

Deseo de colaboración

El portavoz catalanista reiteró en varios pasajes su deseo de colaborar con el Gobierno para resolver los grandes problemas, entre ellos el autonómico, pero esto no fue óbice para que recordara que el 20% del paro representa el mayor porcentaje entre los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), índice incluso superior al de naciones como Portugal, Grecia y Turquía. Felicitó al Gobierno por el AES (Acuerdo Económico y Social), pero puntualizó que el acuerdo "más tiende a sanear la actual situación empresarial y consolidar los actuales puestos de trabajo que a definir un instrumento para la creación de nuevos".Miquel Roca pidió que se despejen las incógnitas que gravitan sobre el desarrollo autonómico y afirmó que "no puede ignorarse que en los últimos tiempos tiende a buscarse la solución de las dificultades por la vía de la recuperación de instrumentos centralistas. Hay que definir un nuevo modelo de financiación objetivo, automático, solidario y global que contemple un solo tratamiento para los ingresos del Estado y la participación de los mismos de las comunidades autónomas y de la Administración local".

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Felipe González comenzó en su respuesta a Roca por opinar que ha ocupado el espacio que el martes fue estrepitosamente abierto por otras intervenciones. Al hablar de cómo puede llegar a producirse la disminución del déficit, se preguntó si ello podría hacerse desde la reducción de subvenciones a la enseñanza privada, la Iglesia, las empresas periodísticas, la Seguridad Social, las pensiones, las universidades o las ayudas a los damnificados por las catástrofes del verano de 1983.

Marcos Vizcaya, portavoz de la Minoría Vasca, que intervino ayer tras Miquel Roca en su turno de réplica al discurso del presidente del Gobierno, Felipe González, señaló que en el tema vasco "se ha encendido la luz roja de peligro", si bien coincidió con el presidente del Gobierno, en calificar a ETA como una banda terrorista que no desea la paz ni la democracia.

Vizcaya ofreció al presidente del Gobierno una solución para los problemas de Euskadi desde un espíritu autocrítico, amplitud de miras, talante democrático y compromiso para buscarlas juntos. Felipe González aceptó esa apertura de diálogo y afirmó que su intención de llegar a un acuerdo proviene de su deseo de lograr la paz para Euskadi, que la desea "tanto como el que más, sino más".

El portavoz vasco sacó a relucir en su discurso el informe de Amnesty Internacional, según el cual todavía en España se practica la tortura. El presidente del Gobierno expresó su preocupación por las reacciones habidas con motivo de las extradiciones y dijo que no sabe si ello le permite confiar en la responsabilidad de un poder para detener a un delincuente que no cree que Francia deba entregar criminales buscados por la justicia.

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