El Ayuntamiento de Miranda de Ebro estudia soluciones a la instalación ilegal de portugueses

El Ayuntamiento de Miranda de Ebro (Burgos) ha iniciado una serie de medidas para tratar de poner solución al problema que plantea en la localidad la instalación ilegal de una colonia de súbditos portugueses, integrada por no menos de 260 personas que, según el alcalde, salvo algunas excepciones, viven en condiciones "infrahumanas, sin las más mínimas condiciones higiénicas y sanitarias y carentes de recursos económicos".Dada la magnitud que ha ido alcanzando el problema, el ayuntamiento decidió recientemente afrontarlo y para ello convocó una reunión en la que participaron diversas representaciones políticas, sindicales, vecinales y asistenciales de la ciudad. De la reunión surgió la decisión de elaborar un informe sobre la situación actual, que será presentado al gobernador civil y a los cónsules portugueses en España, así como la creación de una comisión de seguimiento que aporte soluciones al problema.

Según el alcalde de Miranda de Ebro, el socialista Julián Simón Romanillos, en estos momentos se calcula que hay unos 260 portugueses instalados en Miranda, de los cuales únicamente seis familias tienen legalizada su situación. El resto no cuenta con permiso de residencia y ha ido llegando a Miranda con objeto de trabajar en las temporadas de recolección, fijando después aquí su residencia. La mayoría se ha ido instalando en la zona conocida como Las Matillas, en chabolas que no cuentan con agua ni servicios sanitarios adecuados.

Esta situación plantea también problemas económicos, ya que la mayoría de estas personas no dispone de recursos y tienen que ejercer la mendicidad o acogerse a la beneficencia municipal.

Julián Simón Romanillos opina que los consulados portugueses en España deben tomar conciencia de la situación y tratar de solucionarla.

Según el alcalde de la localidad burgalesa, existen informes de que, dada su falta de recursos, esta población está sujeta a una auténtica "explotación laboral" y se produce, por parte de algunos empresarios, "un tráfico de mano de obra escandaloso que, además de indigno, plantea una competencia desleal para el resto de los trabajadores de Miranda de Ebro, donde hay un gran paro".

El informe que se está elaborando revela también que el problema se plantea asimismo a nivel asistencial, ya que la mayoría de esta población no tiene Seguridad Social ni otro tipo de cobertura sanitaria. En caso de hospitalización, reciben asistencia en la residencia sanitaria de la Seguridad Social, donde se calcula en unas 300.000 pesetas mensuales el costo asistencial de esta población.