La oposición coincide en tachar de "triunfalista" el discurso presidencial

La práctica totalidad de los grupos parlamentarios, con la lógica excepción del socialista, coincideron en criticar como "triunfalista" y alejado de la realidad el discurso sobre el estado de la nación pronunciado por el presidente del Gobierno. Algunos parlamentarios de la oposición calificaron también el discurso de débil, anodino e incluso aburrido.Adolfo Suárez, presidente del CDS, se limitó a señalar que no se había aburrido, aunque declinó hacer declaraciones respecto al contenido del discurso presidencial. Por su parte, Jorge Verstryrige, vicepresidente de AP, coincidió con Fraga al decir que las palabras de González "nos dan una visión como de Alicia en el País de las Maravillas". "Lo que me preocupa es que se lo cree".

El diputado socialista Eduardo Martín Toval describió el debate mantenido entre Felipe González y Manuel Fraga con estas palabras: "Si el debate se quiere resolver en términos de enfrentamientos, habría que decir que han luchado un león y un mono amaestrado".

La tortura

La casi totalidad de los grupos parlamentarios calificó de "muy débil" el discurso de Felipe González. Agustín Rodríguez Sahagún, del CDS, hizo hincapié en que el texto del discurso revelaba "pérdida de voluntad política en temas tales como la lucha contra el paro". Juan María Bandrés, de Euskadiko Ezkerra, que había criticado duramente el discurso, se mostró más complacido de la intervención de éste en el debate con Manuel Fraga. No obstante, Bandrés, en relación con la opinión positiva Felipe González sobre las libertades democráticas, señaló: "Disiento de esta opinión porque, a pesar de todas las leyes que se han mencionado y a pesar del habeas corpus, en este país se sigue practicando sistemáticamente la tortura y, lo que es peor, se condecora a presuntos torturadores".Una de las valoraciones más negativas del discurso presidencial la hizo Óscar Alzaga, presidente del PDP, al señalar que "ha sido un discurso débil y con muchos flancos susceptibles de críticas, en el que se ha formulado una apreciación unilateral de nuestro sistema de libertades". Miquel Roca, del Partido Reformista, se mostró decepcionado por el tono "barriobajero" del debate González-Fraga y declaró simplemente, con respecto al discurso: "El presidente ha tenido días mejores".

Marcos Vizcaya, de la Minoría Vasca, consideró que el discurso de González se había mantenido dentro del estilo habitual del presidente, "que consiste en realizar exposiciones muy generales para ir precisando los temas al hilo de las intervenciones". No obstante, Vizcaya calificó de "triunfalistas" las afirmaciones de González en materia autonómica, tema del que consideró además que se había hecho una exposición "pobre". Santiago Carrillo abundó en esta opinión y añadió también que el discurso le había parecido "muy defensivo", a la par que débil y triunfalista en exceso. "Un discurso en el que ha faltado", dijo, "una valoración global de la situación del país".