El secuestro del sacerdote Jerzy Popieluzsko pone en difícil situación al régimen polaco
El secuestro del sacerdote Jerzy Popieluzsko, uno de los más radicales predicadores contra el régimen polaco, ocurrido en misteriosas circunstancias la noche del viernes en las proximidades de Torun (220 kilómetros al norte de Varsovia), plantea una difícil situación al Gobierno del general Wojciech Jaruzelski por la sospecha de que un comando de los servicios secretos pueda estar implicado en la acción.
La televisión polaca informó el sábado por la noche que dos hombres, uno de los cuales se presentó como oficial de policía, detuvieron a las diez de la noche el coche de Popieluzsko con el pretexto de realizar la prueba del alcohol al conductor. El sacerdote y su chófer fueron introducidos en un coche, del que consiguió saltar el acompañante de Popieluzsko.La televisión polaca pidió la cooperación de la población para dar con el paradero del cura secuestrado. Popieluzsko es el coadjutor de la parroquia de San Estanislao de Kostka, en Varsovia, a la que pertenece la siderurgia Huta Warszawa, uno de los centros industriales de la capital polaca donde el sindicato prohibido Solidaridad tenía más fuerza. El sacerdote, de 37 años, se distinguió por sus sermones en las llamadas misas patrióticas el último domingo de cada mes, en los que Popieluzsko llegó a realizar exorcismos contra el comunismo.
Contra Popieluzsko se abrió un sumario bajo la acusación de "abusar de la religión" y se le acusó de tener en un domicilio no registrado de Varsovia propaganda subversiva y hasta material explosivo. El sacerdote quedó libre de cargos tras la amnistía del pasado mes de julio con motivo del 40º aniversario de la fundación de la República Popular de Polonia.
El secuestro de Popieluzsko congregó ayer, en la parroquia de Varsovia, a unos 3.000 fieles y también a los dirigentes del sindicato prohibido Solidaridad Lech. Walesa y Seweryn Jaworski. En la fachada de la iglesia de San Estanislao había una enorme pancarta que decía en letras azules: Tevolvednos al padre Popieluzsko".
Boicotear el diálogo
Walesa declaró que "alguien incurrirá en una enorme responsabilidad si le cae un solo pelo de la cabeza de Popieluzsko", y añadió que "con oraciones y todos los medios posibles nos esforzaremos para recúperarle". Los feligreses gritaron "Lech, Lech" y "Solidaridad, Solidaridad", cuando Walesa abandonó la iglesia.El secuestro del sacerdote plantea una delicada situación al Gobiemo porque Popieluzsko era uno de los enemigos más declarados del régimen y con frecuencia había recibido amenazas. La actuación de un grupo incontrolado de los servicios secretos, inspirado por los sectores más duros del régimen, no se puede excluir. Una acción de este tipo tendría por objeto obstaculizar la línea de entendimiento entre la Iglesia y el régimen de Jaruzelski, en vísperas de una reunión del Comité Central del Partido Obrero Unificado Polaco (POUP, comunista).
Una entrevista entre el general Jaruzelski y el cardenal Glemp fue anulada sin explicaciones hace unas semanas, a petición del dirigente polaco. La acción de un comando policial incontrolado no es insólita en Polonia. El mes de mayo de 1983 elementos vestidos de paisano golpearon a los participantes en las manifestaciones ilegales convocadas desde la clandestinidad y días más tarde asaltaron la iglesia de San Martín, en la ciudad vieja de Varsovia.
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