Los servicios de TWA

Compré tres billetes con la compañía TWA para mis dos hijos y para mí, con fecha 8 de mayo de este año, vuelo Washington-Nueva York / Nueva York-Madrid. Al parecer, como consecuencia de una tormenta sobre Nueva York, permanecimos en el aeropuerto de Washington encerrados dentro del avión durante seis largas horas, en las cuales no se nos proporcionó ningún tipo de alimento ni la TWA se molestó en obtenerlo del servicio del aeropuerto. Excepto, eso sí, bebidas alcohólicas que se servían gratuitamente para que los pasajeros olvidasen su situación, pero como mis hijos tenían siete y nueve años y no se habían dado al alcohol no pudieron olvidar su hambre.Por fin despegamos con promesa de la tripulación de que en Nueva York, sabedores de nuestra situación, se nos iba a atender en todas nuestras necesidades. Pero, ante nuestra sorpresa, los servicios del aeropuerto de Nueva York estaban cerrados, y los chaquetas rojas que nos iban a atender comenzaron gritando sobre nuestras cabezas que tenían problemas más graves de los que ocuparse de algo tan frívolo como nuestra hambre. Y tuvimos que, permanecer varias horas en el aeropuerto, hasta que el poco personal que nos atendía consiguió encontrarnos habitación en un hotel (en total, fueron 11 horas desde que embarcamos en Washington hasta que llegamos al hotel). Todo ello era más angustioso debido a que los niños estaban desfallecidos e incluso se quedaron dormidos en el suelo.

La TWA nos facilitó billetes para otro vuelo al día diguiente por la tarde, pero no se hizo cargo de las cenas de esa noche ni de los desayunos y almuerzo del siguiente.

Eso sí, debo agradecer a dicha compañía que, ante mi reclamación por escrito por el mal trato sufrido, me hayan enviado un cheque de 25 dólares para compensarme de los gastos de tres cenas, tres desayunos y tres comidas y las molestias sufridas en Nueva York. Hubiera quedado mejor con una caja de bombones.-