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Decir que hubo 'venta' de la presidencia de la CDU es una infamia", según Kohl y Barzel

El canciller (jefe de Gobierno) de la República Federal de Alemania, el democristiano Helmut Kohl (CDU), y su compañero de partido Rainer Barzel (CDU), presidente del Parlamento federal, aseguraron ayer en Bonn que "es una infamia" afirmar que en el cambio de la presidencia de la CDU el año 1973 "hubo dinero por medio".El día anterior, el diputado verde Juergen Reents dijo ante el pleno del Bundestag que Kohl había iniciado su vía de acceso a la presidencia de la CDU con el dinero del consorcio Flick.

Según todos los indicios publicados y copias de cartas, Barzel recibió durante siete años, a través del bufete de un amigo abogado, 1,7 millones de marcos (95 millones de pesetas) del consorcio Flick.

El diputado verde Reents fue expulsado del pleno del Bundestag el jueves. Ayer se confirmó la sanción impuesta por el vicepresidente del Parlamento de quedar excluido de cinco plenos. El segundo diputado verde expulsado, Joseph Fischer, fue sancionado con la exclusión de dos sesiones plenarias. Fischer fue expulsado el jueves al no hacer caso a las advertencias del presidente de la sesión, Richard Stuecklen (CSU), de que se abstuviese de interrumpir con sus gritos. El diputado verde llamó "tonto del culo" al presidente.

Los democristianos (CDU) tratan de evitar que el escándalo en torno a Barzel salpique al canciller Kohl, y de momento rechazan las acusaciones de que el dinero intervino en el cese de Barzel hace 11 años. Barzel calificó de "infames" las acusaciones contra él y anunció que responderá a ellas el miércoles, cuando comparezca ante la comisión parlamentaria que investiga todo el caso Flick. Provisionalmente, Barzel no preside los plenos del Bundestag y ha cedido el asiento a los vicepresidentes, pero la oposición socialdemócrata (SPD) ha pedido que se abstenga de participar en todos los gremios parlamentarios, mesa de edad, etcétera, para evitar que entre en colisión de intereses con su persona. El caso Flick continuará causando estragos en la vida política de la RFA a medida que salgan a la luz nuevos documentos comprometedores.

La caja del consorcio donde los fiscales encontraron toda clase de papeles comprometedores se llama ya en los medios periodísticos la tumba del faraón.

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