El obispo de Ginebra restringirá las autorizaciones para usar la liturgia antigua

Pierre Mamie, obispo de Lausana, Ginebra y Friburgo y responsable, por tanto, sobre la comunidad tradicionalista de Ecône, en la que estuvo a punto de consumarse el cisma del obispo Marcel Lefevbre, aplicará con todo rigor las condiciones restrictivas dispuestas por el Vaticano para quienes soliciten celebrar la misa en latín, según el antiguo rito de san Pío V."Los sacerdotes y fieles, en particular los que pertenecen o se relacionan con la Fraternidad San Pío V de Ecône, que continúen celebrando o participando en la misa sin mi autorización deben saber que si no responden a las exigencias del indulto y a mis demandas para la diócesis, desobedecen gravemente al obispo y al soberano pontífice", afirma el obispo suizo en un comunicado publicado el pasado día 17. La principal condición para celebrar la misa en latín es que quienes lo soliciten "no pongan en duda, sin ambigüedad alguna, la rectitud de la doctrina del misal romano promulgado en 1970 por el papa Pablo VI, así como su fuerza de ley".

Cada petición "por un grupo de fieles bien determinado" deberá recibir la autorización del obispo, y las celebraciones no podrán realizarse, salvo excepción, en las iglesias parroquiales. También deberán reconocer la legitimidad de la nueva liturgia y aceptar las directrices de la Iglesia sobre el ecumenismo, que Juan Pablo II animó durante su reciente visita a Suiza.