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El Gobierno vasco y el PNV logran superar de momento sus diferencias

El Consejo Vasco de Finanzas logró ayer tarde, tras ocho maratonianas reuniones y fuera ya del plazo legalmente previsto, un acuerdo técnico sobre las aportaciones de las diputaciones al presupuesto de la comunidad autónoma, que ha sido recibido con gran alivio tanto por Carlos Gariakoetxea como por el máximo órgano ejecutivo del Partido Nacionalista Vasco.

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El enfrentamiento entre el Gobierno autónomo vasco y el PNV en torno a la ley de Territorios Históricos alcanzó tal tensión en las últimas semanas que, de no lograrse este acuerdo, habría desembocado, según opinión extendida, en la dimisión del lendakari o incluso en la disolución del Parlamento.La fumata blanca causó impacto a los propios círculos nacionalistas, pese a que no se ocultaba, tras la satisfacción inicial, que se estaba ante una solución de compromiso. Los protagonistas de la negociación reconocieron que el acuerdo contempla todas las facultades que competen al Consejo Vasco de Finanzas. Sin embargo, fuentes próximas al Gobierno vasco insinuaron a este periódico que, aunque el acuerdo es importante, "queda por resolver el conflicto político de fondo".

La ejecutiva del PNV, cuyos principales dirigentes habían permanecido a la expectativa en la sede central de Bilbao durante toda la tarde, se congratuló de los resultados, en un comunicado facilitado inmediatamente después de conocer el desenlace de los debates en el Consejo Vasco de Finanzas.

Los miembros del Consejo Vasco de Finanzas comparecieron ayer ante los medios informativos para comunicar los resultados de las negociaciones y precisar que el acuerdo contempla exclusivamente la metodología de distribución de los recursos económicos, así como la determinación de las aportaciones que las diputaciones deberán efectuar a los presupuestos generales vascos. Así pues, aunque no quisieron entrar en detalle, todo parece indicar que el intento, por parte de Garaikoetxea, de debatir, en el marco de ese organismo, el conflicto de fondo que separa al Gobierno vasco y las diputaciones -la titularidad de las competencias- ha quedado en el tintero.

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El acuerdo en el PNV se ciñe a las aportaciones económicas

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Tanto los representantes del Gobierno vasco como los diputados provinciales coincidían anoche en señalar que los acuerdos adoptados se centran en las aportaciones económicas que las diputaciones deberán efectuar a los Presupuestos de la comunidad autónoma; en el reparto interno de esas cantidades; en los criterios para resolver el endeudamiento, así como el procedimiento de contribución pública. Todo parece indicar que las líneas maestras del convenio sólo prevén la aplicación de la Ley de Territorios Históricos en su área económica, ya que el debate político de fondo no ha sido tratado durante las ocho sesiones oficiales.

La idea de que el acuerdo no aborda todos los problemas fue corroborada por unas afirmaciones del lendakari, Carlos Garaikoetxea, quien manifestó a Efe. "Hoy ha culminado una etapa del Consejo Vasco de Finanzas, pero todavía nos quedan otras muchas, en las que puede haber opiniones encontradas, y lo que hay que tener es fe en que seguiremos resolviéndolas como hemos hecho hasta ahora con las que se han presentado".

El presidente del Gobierno vasco reflejó en sus palabras la gravedad que llegó a alcanzar la situación. Preguntado sobre la dimisión rumoreada cuando la tensión aumentaba en el conflicto, dijo: "Sigo diciendo lo que he dicho siempre: que no entra ni en mi forma de ser ni en mis intenciones presentes el tirar jamás la toalla. Lo que sucede es que, como todo presidente de Gobierno, puedo tener circunstancias objetivas que me puedan condicionar en mi fortaleza, en mi voluntad y en mi determinación de cumplir mi misión, y el apoyo parlamentario de mi partido es imprescindible en ese sentido". El lendakari consideré que el Consejo Vasco de Finanzas "ha sido coherente con la interpretación que nosotros creemos que hay que dar a la ley de Territorios Históricos". Por su parte, José María Makua, presidente de la Diputación de Álava y portavoz del sector oficialista enfrentado a las tesis de Garaikoetxea, afirmó que "el vencedor de este acuerdo ha sido el PNV".

La conflictividad de la situación de los días pasados fue señalada también, indirectamente, por Marío Fernández, vicepresidente del Gobierno vasco, quien manifestó ayer al término de la reunión concluida con la situación de consenso: "Este acuerdo permite estabilizar la situación política del país".

Fuera de plazo

Un aspecto polémico del pacto es el hecho de que se haya cerrado fuera del plazo (que expiró el 15 de octubre). "El Parlamento vasco", opinó Garaikoetxea, "siempre tendrá la oportunidad de considerar o no de recibo este acuerdo". El lendakari arguyó que "también la Constitución establece un plazo para presentar los Presupuestos del Estado, y porque, por razones determinadas, se hayan presentado unos días después nadie ha puesto el grito en el cielo".

El presidente del Parlamento vasco, Juan José Pujana (PNV), dijo al respecto: "Yo no soy quién para juzgar sobre la posible ilegalidad del acuerdo al que ha llegado esta noche el Consejo Vasco de Finanzas al producirse fuera de plazo. Serán los jueces, en todo caso, quienes tengan que pronunciarse sobre esa presunta ¡legalidad".

Durante una conferencia de prensa celebrada, improvisadamente, en la sede del Gobierno vasco en Vitoria, los miembros del Consejo Vasco de Finanzas eludieron facilitar cualquier tipo de información sobre las cifras concretas del acuerdo, por considerar que el Parlamento debe conocer los detalles antes de que se publiquen.

Nada más conocer el acuerdo, la dirección del PNV difundió un comunicado en el que se felicita muy sinceramente por el hecho de que todos los esfuerzos y sacrificios realizados en el Consejo Vasco de Finanzas hayan terminado felizmente.

En su nota, la dirección reconoce que, en el curso de la negociación, se han vivido jornadas difíciles "con la aparición en escena de numerosos actitudes y posicionamientos tajantes que han querido intervenir sustancialmente en el proceso de la negociación". En este sentido, la ejecutiva del PNV pedía que sus afiliados y simpatizantes demostrasen, en sus análisis reflexivos, su responsabilidad al realizar "el exacto balance de cuanto ha sucedido en las últimas semanas".

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